Las hepatitis suelen ser provocadas por los virus tradicionales que afectan al hígado y que llevan las letras del alfabeto, de la A a la E. Los virus A y E tienen un comportamiento agudo y de curso benigno, con recuperación al 100% en la mayor parte de los casos. En cambio, los virus B, C y D evolucionan a la cronicidad. Su importancia radica en que pueden complicarse con cirrosis e incluso con hepatocarcinoma, si no se atienen a tiempo. Más recientemente se ha descrito brotes de Hepatitis Aguda, en ocasiones de curso grave, que afectan a niños y en quienes las pruebas usuales de marcadores virales resultan negativas. En este artículo entérate de cómo detectarla y cómo prevenirla.