DESENLACES POST-COVID-19 EN PACIENTES CON ENFERMEDAD HEPÁTICA CRÓNICA

La infección por SARS-CoV-2 mejor conocida como COVID-19 ha generado una crisis de salud pública a nivel mundial. Se ha observado que algunas comorbilidades como la hipertensión, padecimientos pulmonares entre otras más presentan peores desenlaces. Sin embargo, el impacto en los pacientes con enfermedad hepática crónica (EHC) infectados por COVID-19 no está del todo claro. La EHC y la cirrosis están asociadas con alteraciones en el sistema inmune, lo que genera preocupación sobre las posibles complicaciones a desarrollar tras la infección por SARS-CoV-2.

Por ello, el Dr.Thomas Marjot de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido,  en colaboración con 130 centro de 29 países incluyendo al Dr. Ignacio García Juárez, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, Salvador Zubiran, decidieron unir su experiencia para conocer las posibles complicaciones inducidas por la infección por COVID-19. Este estudio fue publicado en la prestigiosa revista Journal of Hepatology y se le considera con el mayor número de pacientes reportados hasta el momento con EHC e infección comprobada por laboratorio de SARS-CoV-2          

Objetivo: Determinar el impacto del COVID-19 en pacientes con enfermedad hepática crónica (EHC) preexistente. 

 

Metodología: Se realizó un estudio multinacional, desde el 25 de marzo del 2020 hasta el 7 de julio del 2020, a través de un sistema de registro en línea basado en 2 plataformas internacionales (SECURE-cirrhosis y COVID-HELP.net). Se recolectaron datos de 745 pacientes con EHC mayores de 16 años y prueba positiva para SARS-CoV-2. A su vez se clasificó para la EHC con o sin cirrosis y aquellos que se identificaron con cirrosis posteriormente se subclasificaron de acuerdo con el Child-Pugh (escala de gravedad de la cirrosis, siendo A la etapa inicial, B intermedia y C avanzada). Al final se obtuvieron los siguientes grupos: EHC sin cirrosis, cirrosis, cohorte total de EHC y pacientes sin enfermedad hepática. Los resultados se compararon en pacientes sin EHC con SARS-CoV-2 de la red hospitalaria de Inglaterra. Al igual, se dieron la tarea de evaluar la existencia de descompensación hepática y sus posibles repercusiones.                                                                                                                                                                                                                                           

Resultados: Los países con mayor número de personas incluidas en el estudio fueron Inglaterra con 184 personas (25%), Estados Unidos con 183 (25%) y China con 118 (16%). Otros países también considerados fueron España, Singapur, Egipto, México e Irán. Las enfermedades hepáticas más comunes identificadas fueron Hígado Graso No Alcohólico 322 personas (43%) y Hepatopatía alcohólica con 179 (24%), el resto fueron infecciones virales y cáncer. Las comorbilidades más comunes reportadas fueron: 

• Hipertensión con 303 (41%),
• Diabetes mellitus con 274 (37%),
• Obesidad con 207 (28%),
• Otras entidades mencionadas fueron enfermedades cardiacas, pulmonares y cáncer.

De los 745 casos, 359 (48%) tuvieron EHC sin cirrosis y 386 (52%) con cirrosis. En el caso de los pacientes con cirrosis el Chilg-Pugh inicial fue clase A en 171 (44%), B en 124 (32%) y C en 91 (24%). Thomas Marjot y colaboradores identificaron que los pacientes con EHC presentaron tasas más altas de síntomas respiratorios y gastrointestinales comparados con los que no presentaban EHC. Además, hubo mayores tasas de requerimientos de unidades de cuidados intensivos (UCI), admisiones a UCI, terapias de remplazo renal y muertes a medida que se incrementaba la severidad de la enfermedad hepática: 19% para Child-Pugh A, 35% para B y hasta 51% en el caso de Child-Pugh C. La principal causa de mortalidad fue falla respiratoria (71%). La descompensación hepática aguda ocurrió en el 46% de los pacientes con cirrosis, de los cuales el 21% no presentaron síntomas.      

                                                                               

 

                           

Conclusión: Se encontró que el grado de daño hepático de la enfermedad de base, así como el origen alcohólico son factores de riesgo independiente para mortalidad por COVID-19. Este hallazgo tiene importantes implicaciones para la extratificación de los pacientes con enfermedad hepatica crónica y permitir una mejor atención en los diversos países del mundo.

Comentarios: Este estudio es muy interesante, ya que nos permite ampliar nuestro panorama a nivel global sobre las características demográficas, comorbilidades y sobre todo de la importancia de la estratificación del riesgo de los pacientes con enfermedad hepática crónica. Nos demuestra la importancia de mantener un monitoreo aún más estrecho de los pacientes con estadios avanzados de cirrosis que adquieren la infección por SARS-CoV-2, como por ejemplo, los pacientes en clase funcional A y B de Child Pugh. Por otro lado, los autores mencionan que la mayoría de los pacientes incluidos en este estudio eran pacientes hospitalizados por lo que sería interesante realizar una evaluación clínica de los pacientes con enfermedades hepáticas crónicas, pero ahora a nivel comunitario.

Referencias: 

1. Marjot, T., Moon, A. M., Cook, J. A., Abd-Elsalam, S., Aloman, C., Armstrong, M. J., Pose, E., Brenner, E. J., Cargill, T., Catana, M. A., Dhanasekaran, R., Eshraghian, A., García-Juárez, I., Gill, U. S., Jones, P. D., Kennedy, J., Marshall, A., Matthews, C., Mells, G., Mercer, C., Webb, G. J. (2021). Outcomes following SARS-CoV-2 infection in patients with chronic liver disease: An international registry study. Journal of Hepatology, 74(3), 567–577. https://doi.org/10.1016/j.jhep.2020.09.024

Artículo de Divulgación revisado y adaptado por el Dr. Jorge Luis Poo, Hepatólogo Clínico, miembro del Comité Editorial de tu portal AMHIGO y fundador del Grupo Mexicano para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas.