Intervencionismo
La resección hepática es el tratamiento de elección para la mayoría de las lesiones hepáticas malignas. Desafortunadamente, la gran mayoría de los pacientes presentan lesiones no resecables por la presencia de cirrosis avanzada con insuficiencia hepática (hemorragia, ascitis o encefalopatía) o simplemente por las malas condiciones clínicas del paciente (por ejemplo desnutrición o depresión) al momento del diagnóstico.
La ablación por radiofrecuencia (AR) consiste en la emisión de ondas a partir de un generador de corriente, ocasionando la necrosis (destrucción) del tejido tumoral. Este procedimiento requiere una punción directa del hígado que puede ser realizado por abordaje percutáneo (a través de la piel), laparoscópico o mediante cirugía abierta (laparotomía). Se ha informado que la AR es una forma de manejo que resulta segura, bien tolerada y efectiva como tratamiento en lesiones neoplásicas primarias o metastásicas irresecables menores a 6 cm de diámetro.
La experiencia internacional ha demostrado que gracias a la AR se puede lograr aumentar la sobrevida de los pacientes, como fue informado por los doctores Osaki y Nishikawa de un hospital de Osaka en Japón, quienes realizaron un estudio con alrededor de 4000 pacientes.
En nuestro país, el doctor Ricardo Mondragón y colaboradores, hicieron una revisión de 150 expedientes de pacientes con diagnóstico de neoplasias hepáticas primarias y/o metastásicas en el Instituto Nacional de Cancerología y en el Departamento de Cirugía del Centro Médico ISSEMyM. Del total de pacientes, 30 recibieron tratamiento de ablación por radiofrecuencia: 18 mujeres y 12 hombres. La edad promedio fue de 62 años. La neoplasia más común fue el hepatocarcinoma, detectado en 18 pacientes. El tamaño promedio de las lesiones fue de 5.59 cm. Veintinueve pacientes presentaron lesiones menores a 7 cm y solo uno tuvo una lesión de mayor tamaño. El número de lesiones varió de 1 a 8. El tiempo promedio de duración de la terapia de ablación fue de 30.2 minutos. En 26 pacientes se realizo una sesión, en tres pacientes dos sesiones y en un paciente tres sesiones. Se llevaron a cabo 19 procedimientos por laparotomía, 7 por abordaje percutáneo y 4 por laparoscopia. Estos procedimientos se realizaron en forma ambulatoria en 8 pacientes y en el resto se requirió de una estancia hospitalaria de 3 días en promedio.
La evaluación de la respuesta al tratamiento se realizó por medio de tomografías y marcadores tumorales. En 66% de los pacientes presentó disminución significativa de los niveles séricos de los marcadores tumorales. Se siguió al grupo de pacientes estudiados durante 18 meses al cabo de los cuales, el 76% continuaban vivos. De ellos, 17 se encontraban sin actividad tumoral y 6 con regresión parcial de la enfermedad.
En conclusión, las terapias ablativas tienen múltiples ventajas sobre las formas convencionales de manejo, destacando que (1) pueden realizarse de forma ambulatoria, (2) preservan el tejido hepático no tumoral, minimizando la posibilidad de insuficiencia hepática postoperatoria, (3) poseen una frecuencia baja de complicaciones.
Referencias:
- Osaki Y1, Nishikawa H. Treatment for hepatocellular carcinoma in Japan over the last three decades: Our experience and literature review. Hepatol Res. 2014 Jun 26. doi: 10.1111/hepr.12378. [Epub ahead of print].
- Mondragón R, Murrieta H, Martínez MN, Gómez E, Arias O, Mondragón A, Bernal R, Jasso R. Ablación de neoplasias Hepáticas Malignas con Radiofrecuencia. Una serie de casos en México. Rev Mex Gastroenterol 2009; 74 (3): 213-217.
Material Didáctico:
Dra. Fernanda García Alvarado.
Comité Editorial Amhigos del Hígado