El hígado de la Monalisa
- Escrito por Dra. Fernanda García Alvarado
- Publicado en Arte y educación
Las vitaminas son sustancias orgánicas presentes en cantidades muy pequeñas en los alimentos, pero necesarias para el metabolismo. Se agrupan en forma conjunta no debido a que se relacionen químicamente o porque tengan funciones fisiológicas semejantes, sino debido, como lo implica su nombre, a que son factores vitales en la dieta y porque todas se descubrieron en relación con las enfermedades que causan su carencia.
El hígado es la más voluminosa de las vísceras de nuestro organismo y uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Las tareas básicas del hígado son, entre otras: Almacenar vitaminas, minerales, hierro y azúcares que nuestro organismo necesita para funcionar correctamente.
El hígado actúa como el principal depósito de vitamina A en los seres humanos y en casi todos los vertebrados. Por este motivo, los aceites de hígado de pescado tienen un contenido alto de esta vitamina.
Por otro lado, el cuadro de la Mona Lisa es la pintura más famosa en la historia de la pintura. Hay varias razones por la cual este retrato es tan famoso. Empezando por su misteriosa sonrisa que es lo que la hace famosa. Si tú miras su cara, principalmente sus ojos, Mona Lisa esta sonriendo, pero si miras su boca no está sonriendo. Esto se debe a que si miras sus ojos, tu visión fóvea, la que mira los detalles, colores y letras, está viendo sus ojos y tu visión periférica es menos precisa y no reconoce detalles y observa las sombras de sus pómulos y hacen que se vea su sonrisa.
Desde hace varias décadas, cardiólogos, psiquiatras, reumatólogos y endocrinólogos han lanzado hipótesis sobre posibles diagnósticos del estado de salud de Lisa Gherardini, la esposa del mercader de seda florentino Francesco del Giocondo, cuyo retrato Leonardo Da Vinci comenzó en 1503.
Además de su misteriosa sonrisa, el pelo, la piel y el cuello de la célebre Mona Lisa han sido agudamente examinados.
Ambos especialistas apuntan a varios aspectos históricos y manifestaciones físicas que avalan su hipótesis.El primero de ellos es que efectivamente se sabe que meses antes de ser retratada, Lisa Gherardini (1479-1542) había dado a luz a su hijo Andrea.
Una de las características en las que ya habían reparado otros especialistas es en su cuello particularmente abultado: una señal clara de bocio, enfermedad asociada al crecimiento de la glándula tiroides, que responde, entre otros factores, a la falta de yodo.
La falta de yodo en la dieta florentina sin duda debe haber causado una mayor prevalencia hace 500 años.
El examen al retrato también constata “una decoloración amarillenta de la piel”, que ocurre en el hipotiroidismo debido a un déficit del hígado para convertir el caroteno en vitamina A, dicen Mehra y Campbell.
La ictericia, es la coloración amarillenta de la piel y mucosas debida a un aumento de la bilirrubina que se acumula en los tejidos, sobre todo aquellos con mayor número de fibras elásticas (paladar, conjuntiva). Una de las múltiples causas a las que puede deberse (sobre todo suelen ser enfermedades hepáticas), es la falta de nutrientes como la lecitina, magnesio o zinc, además del déficit de vitaminas.
Leonardo uso todos estos detalles y trucos para no aburrir al espectador, por esa razón de imaginación del paisaje y la mujer que parece real hace que el retrato te cautive. Cada detalle de este cuadro es muy importante, incluido su hígado.
Referencia
https://www.nacion.com/ciencia/aplicaciones-cientificas/la-enigmatica-mona-lisa-esconderia-un-trastorno/WEOHHZWW7RGIZKBL6ZJTHG43KY/story/