La amnesia de Alicia en el país de María
- Escrito por Dr, Jorge Luis Poo
- Publicado en Arte y educación
El refugio de la ficción a la apasionada realidad
"Me refugié en la locura, porque la ficción no me bastaba", dice Clarice Lispector en su libro "un soplo de vida". Y es que a veces, el pasado es como un vértigo, donde puede olvidarse pero a la vez vivir intensamente.
La nueva película del cineasta mexicano Jesús Magaña es una buena provocación para salir de la rutina, para accionar un poco nuestra anquilosada mente habituada a que todo se nos dé, a que el mensaje sea pintado, aromatizado, casi masticado y listo para engullirse y sentir placer.
A veces es necesario caminar y sentir las piedras, el calor de la tierra y el aroma del ambiente, para olvidarse un poco de sí mismo y atreverse a situarse en el país de María, por ejemplo.
La peli lo tiene todo, trama, actores, la imponente presencia de la mística tarotista, la inocente y seductora "bautista" de la droga, el simbolismo del tatuaje, la sensualidad lésbica, excelente fotografía, grata música y esos instantes de eternidad como para atreverse a lanzarse al vacío...
La amnesia del personaje Alicia se remonta al olvido de todo aquello que ocurre desde su primer accidente, como si fuera incapaz de almacenar a largo plazo lo que ocurre recientemente. Triste y amarga condena que ocurre en la vida diaria, ya sea después de un accidente o bien por ingesta excesiva de las llamadas bendodiazepinas (como el diazepam o clonazepam y sus primos más cercanos) o bien por el consumo generoso de alcohol o drogas.
Tambien ocurre en el paciente con cirrosis que tras caer en el coma más profundo puede despertar y no recordar nada de lo que aconteció en su reciente hospitalización. Me decía un paciente que su amnesia era como atravesar una compuerta, como lanzar una piedra en un pozo profundo.
Alicia recuerda los sueños del difundo Tonatiuth que vive como perdido entre dos mundos, uno inseguro y el otro un poco más dulce. Los recuerdos son tan dolorosos, que a veces se refugia en una ficción más sensual, pero a la vez trágica, oscura, compleja, que recrea un triángulo tormentoso, de seres disfuncionales e intensamente apasionados y por lo tanto propensos a su propia destrucción.
Refugiarse en la locura es la única solución para verdades demasiado dolorosas. Es probable que María indirectamente este asqueada de esa vida "borderline" que da la droga, el desconsuelo de su pareja que no siente aprecio u orgullo por lo que ella hace y entonces su libertad convertida en destrucción la confrontan con la muerte, en un accidente tan absurdo, intenso y doloroso que resulta mejor refugiarse en la locura que quedar mirando la tragedia que tanto duele.
Un pequeño regalo al pensamiento y la imaginación es el detalle de Jesús Magaña de incluir al Doctor Conejo, no Cornejo como podríamos imaginar escuchar, jaja! Gracias Jesús por representar a los galenos, aunque nunca veamos al escurridizo personaje, tal vez porque así es la esencia del conejo.
El veloz y angustiado personaje de Lewis Carrol, lo recordamos como aquel que siempre anda viendo el tiempo y repite que "si no se apura llegará demasiado tarde a su destino". Se supone que Carroll recuerda a la cultura popular que asocia al conejo a "un símbolo" de seguir a algo a alguien y que en su persecución accedemos a aventuras o descubrimientos, como es la inolvidable historia de "Alice in Wonderland".
Y es que en el fondo siempre existe un motivo para recordar, para atreverse a saltar al avismo, talvéz con la magia de la lluvia tormentosa con la que inicia y termina esta excelente película. La imagen de caída al vacío, como una piedra lanzada al pozo, es un clímax, es como un instante convertido en eternidad.
Ya otros han utilizado el tema del olvido en el arte sea en literatura, como en cine. Por ejemplo, Borges decía:
"... para aprender el arte del olvido basta un símbolo. Una rosa, te desgarra y te puede matar una guitarra..."
O bien de nuevo la enigmática Clarice Lispector:
"...vivir es una especie de locura que hace la muerte. Vivan los muertos porque en ellos vivimos.."
O bien la comedia romantica de Peter Segal de 50 First Dates que narra la historia de Henry Roth, un biólogo marino que vive en Hawaii y conoce a Lucy Whitemore, una profesora de arte que sufre de amnesia anterógrada a consecuencia de un accidente sufrido un año antes. Su tragedia es levantarse cada día con la trágica realidad de haber perdido toda la memoria del día anterior. El amor de Henry se pondra a prueba hasta lograr que Lucy recobre la memoria.
En fin, enhorabuena a Jesús Magaña y su troupe: felicidades por esta esta gratísima película que ayuda a despertar: no nos olvidemos del placer de recordar y atrevernos a pensar.
Referencias:
1. Lewis Carrol: Alice in Wonderland. 1865.
2. Poemas de Jorge Luis Borges http://www.poemas-del-alma.com/1964.htm#ixzz3kv8EloSX
3. Clarice Lispector. Un soplo de vida (pulsaciones). Ediciones Corregidor. 2010