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sábado, 23 noviembre 2024
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Biosimilares, de la mano de la política

La reportera Belém Diego del diario online “Diariofarma” nos comparte una interesante nota sobre un tema que nos debe interesar a todos, seamos pacientes, familiares o simplemente seres que si no ahora, necesitaran por lo menos una vez en su vida algún medicamento.

La patronal europea de medicamentos genéricos, biosimilares y de valor añadido ha hecho coincidir estos días en Londres dos encuentros, uno sobre aspectos legales y otro sobre biosimilares. En ellos se ha planteado, entre otras cuestiones, que el impulso político es determinante para que los biosimilares ganen cuota de mercado.

En su intervención en el foro sobre biosimilares, el presidente de ‘Medicines for Europe’, Jacek Glinka, indicaba que la penetración de los biosimilares no es suficiente a fecha de hoy, y que está estrechamente ligada a las políticas que favorezcan el empleo de estos fármacos. Glinka considera que no debe perderse la oportunidad de hacer llegar el tratamiento a un mayor número de pacientes.

“Los medicamentos biosimilares tienen capacidad de cambiar por completo el panorama sanitario para bien. Los actores tienen la responsabilidad compartida de asegurar la oportuna disponibilidad de éstos para mejorar el acceso a las terapias biológicas y la sostenibilidad de los sistemas sanitarios”, declaró.

Carol Lynch, responsable de biosimilares en Medicines for Europe, decía en este contexto que la llegada inminente de una “nueva oleada” de biosimilares será necesario hacer acopio de la experiencia de los últimos diez años: “Sabemos que la formación y la comunicación de los beneficios que los biosimilares suponen con todos los actores son clave para mejorar el acceso de los pacientes a los tratamientos. Animamos a los implicados a adoptar un papel activo en la creación de un entorno sostenible para el biosimilar, que facilitará el acceso a los biológicos a los pacientes en el futuro”.

Sergio Napolitano, director del departamento legal de la asociación, ponía de manifiesto en la reunión previa que pacientes, gobiernos y sistemas sanitarios depositan su confianza en una industria de biosimilares y genéricos fuerte, que contribuya a mejorar el acceso a los tratamientos y a la prosperidad mediante la creación de empleo. Además, hacía hincapié en que “un marco legal adaptado que incluya la licencia de fabricación para exportaciones fomentará las inversiones en el sector”.

Al valorar la estrategia de danesa en materia de cambio a biosimilares, el director de la agencia de ese país, Steinar Madsen, se refirió a las recomendaciones a favor del cambio como “brutales”, a lo cual añadía que los incentivos en gestión y financiación son muy enormes.

Según Madsen, Noruega también cuenta con incentivos, pero con la premisa de que la decisión sigue en manos de los clínicos.

Pronto encontró réplica en Peter Jorgensen, de la asociación danesa de genéricos (IGL), que matizó que el de su país no es un sistema brutal sino “eficiente”: “Tratamos a muchos más pacientes, contratamos más médicos y enfermeros. Creemos en la ciencia, y no hay motivos que justifiquen pagar más por los productos que lo estrictamente necesario”.

Zoltán Kaló, profesor de economía de la salud en la Universidad Eötvös Loránd de Budapest, respaldaba este planteamiento con las siguientes palabras: “El verdadero valor de los biosimilares se ha subestimado”.

La llegada de los biosimilares ha supuesto 50.00 millones de ahorro en Europa desde 2006 y, según sus datos, en los próximos cinco años se esperan otros tantos, con ahorros de hasta 100.000 millones en todo el mundo.

Por países, destacó las políticas de Noruega, Dinamarca y Polonia como tres ejemplos de apuesta por el biosimilar y, por oposición, señaló Irlanda y Francia como países donde esa oportunidad se está dejando pasar. En sus palabras, el abordaje correcto por parte de los gobiernos es la adopción de una actitud proactiva, con iniciativas en materia de formación para médicos y pacientes.

Se calcula que la cartera de biosimilares se expanda a la lista de los diez fármacos de mayor impacto en los presupuestos sanitarios, entre ellos varias terapias oncológicas, según la información divulgada estos días por Medicines for Europe.

La aprobación del primer biosimilar en Oncología el pasado mes de febrero (el de rituximab) ha supuesto la ampliación de horizontes para estos medicamentos, añaden en un comunicado.

El gasto sanitario continúa en ascenso. La factura mundial del área de Oncología había llegado a los 100.000 millones en 2014. Las disparidades geográficas en acceso a anticancerígenos son considerables, “una tendencia que probablemente se mantendrá a medida que la incidencia del cáncer siga en ascenso en la Unión Europea”.

“Los biosimilares son fármacos de uso extendido en la práctica clínica, constituyen un agente de competitividad y mejoran el acceso a las terapias biológicas y otros servicios de salud. En una época de estrecheces presupuestarias, los beneficios de estos medicamentos no pueden ser pasados por alto”, reza el comunicado.

 

Referencia
https://www.diariofarma.com/2017/03/25/biosimilares-la-mano-la-politica