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jueves, 25 abril 2024
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Microbiota: el futuro del cuidado de nuestro hígado

  • Escrito por Dra. Fernanda García Alvarado
  • Publicado en Prevención

La mayoría de las personas aún desconoce que en nuestros intestinos se halla un mundo microscópico viviente que condiciona en gran medida nuestro funcionamiento como seres humanos, se trata de la microbiota, una serie de bacterias, virus, parásitos, arqueas y otros microorganismos que aún no conocemos y que hasta hace muy poco no los tomábamos en cuenta como parte de nuestro organismo, y mucho menos útiles para desarrollar diferentes funciones.

El metabolismo del alcohol por parte de nuestro organismo es un proceso más que complicado. En primer lugar, no existe únicamente una vía para llevarlo a cabo, sino que, dependiendo de la cantidad y el tipo de alimento con el que se haya acompañado, este proceso metabólico puede variar completamente. En segundo lugar, el alcohol, lo miremos por donde lo miremos, es tóxico para nuestro organismo. Con mesura, no supone ningún riesgo biológico porque nuestro hígado se encarga de eliminar la mayor parte de las sustancias tóxicas con las que entramos en contacto cada día, pero en el caso de este líquido es fácil pasarse.

Como sabemos, el alcohol, a pesar de ser consumido por gran parte de la población mundial, es una sustancia adictiva. Cierto es que no todos lo somos; sin embargo, determinadas personas, los alcohólicos, se enfrentan a un riesgo tremendo, el alcoholismo. Esta afección, además, provoca serios problemas de salud a largo plazo. Uno de ellos es la cirrosis. Se trata de una cicatrización del hígado que tiene lugar después de que este haya sido dañado por el consumo de la sustancia en cuestión.

El problema es que, a pesar de que nuestro órgano “sane”, en realidad se vuelve completamente inútil, dado que el tejido reparado deja de funcionar. La peor noticia de todas es que es imposible revertir la enfermedad (salvo en casos extraordinariamente excepcionales, si es detectada en sus primeras etapas). Por supuesto, es necesaria más investigación sobre el tema, y es exactamente eso lo que han hecho un grupo de investigadores de la Universidad de Agricultura de Jilin, en China.

El estudio, llevado a cabo por el equipo de científicos liderado por Yuhua Wang, titulado “Lactobacillus rhamnosus GG reduces hepatic TNFα production and inflammation in chronic alcohol-induced liver injury”, el cual se se centró en la relación entre uno de los tipos más comunes de bacterias intestinales, el Lactobacillus rhamnosus, y la mejora (o mejor dicho, la reducción del empeoramiento) de la cirrosis hepática provocada por el alcohol.

El trabajo se llevó a cabo dando alcohol a ratones de laboratorio durante un periodo de 8 semanas y, tras este tiempo, alimentarlos con gránulos de este tipo de lactobacilos en diferentes dosis (alta, media, baja y nula), además de una dieta alta en grasas. De esta manera se establecieron diferentes grupos de control con los que mejorar la fiabilidad y repercusión de los resultados.

Los datos obtenidos tras la prueba mostraron que existía una mejora en los síntomas de la cirrosis hepática que los ratones habían desarrollado debido al consumo alcohólico. Además, determinaron que dicha mejoría dependía de la cantidad de alimento probiótico que se le suministraba a los animales. Al parecer, una de las principales repercusiones del probiótico no era (solo) alterar la función hepática, sino cambiar la composición global del microbioma de los ratones, reduciendo la cantidad de bacterias gram-negativas y aumentando las gram-positivas.
 
La investigación científica sobre la microbiota intestinal está en auge a nivel mundial, y expertos de diferentes disciplinas trabajan conjuntamente para mejorar los conocimientos sobre este “nuevo órgano” vital.
 

Referencia:

Wang, Y., Liu, Y., Kirpich, I., Ma, Z., Wang, C., Zhang, M., ... & Feng, W. (2013). Lactobacillus rhamnosus GG reduces hepatic TNFα production and inflammation in chronic alcohol-induced liver injury. The Journal of nutritional biochemistry, 24(9), 1609-1615.

Artículo de Divulgación revisado y adaptado por el Dr. Jorge Luis Poo, Hepatólogo Clínico, miembro del Comité Editorial de tu portal AMHIGO y fundador del Grupo Mexicano para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas