Seguridad de la página de inicio
martes, 17 diciembre 2024
Log in

Infecciones bacterianas en pacientes con cirrosis hepática

  • Escrito por Dra. Fernanda García Alvarado
  • Publicado en Prevención

Las infecciones bacterianas representan una complicación grave y frecuente de la cirrosis hepática con una alta morbimortalidad y, además, tienen una incidencia elevada comparada con la población general. De hecho, son una de las causas más frecuentes de hospitalización y, también, una de las principales razones de la progresión y las complicaciones de esta enfermedad.

En estudios recientes se ha demostrado que entre 32 y 34 % de los pacientes cirróticos desarrollan una infección al ingreso o durante su hospitalización, mientras que la incidencia de infecciones en la población general es de 5 a 7 %, lo que corrobora que la cirrosis es una enfermedad que determina un estado de inmunodeficiencia adquirida.

Además, se han establecido otros mecanismos patogénicos responsables del aumento del riesgo de infección en estos enfermos, como son la disbacteriosis de la flora intestinal y el proliferación bacteriana excesiva.Se estima que la mortalidad de los pacientes hospitalizados con cirrosis que desarrollan una infección bacteriana, es hasta cinco veces superior a la de los pacientes cirróticos no infectados. La mortalidad acumulada después de cualquier infección en pacientes con cirrosis es de 43,5 %.

Las infecciones más frecuentes son la peritonitis bacteriana espontánea (25 %), la infección urinaria (20 %), las infecciones pulmonares consolidadas (15 %), la celulitis y la bacteriemia espontánea.

No obstante, en los últimos años la epidemiología de  las infecciones bacterianas en pacientes con cirrosis  ha cambiado. Existe un aumento de la incidencia  de infecciones causadas por microorganismos  Gram negativos resistentes a cefalosporinas de tercera generación y quinolonas, y por cocos Gram  positivos, sobre todo en las infecciones hospitalarias o de pacientes que han estado recientemente  en contacto con el ambiente hospitalario.

En la práctica clínica, las cefalosporinas de tercera  generación se han establecido como el tratamiento  estándar de la peritonitis bacteriana y la bacteriemia
espontánea. Sin embargo, la eficacia de este  tratamiento antibiótico empírico en las infecciones  hospitalarias es muy baja en el contexto de las  infecciones por bacterias multirresistentes que,  además, se asocian más frecuentemente a la  descompensación de la cirrosis y el aumento de  la mortalidad.

La administración correcta y temprana de los anti- bióticos resulta en una mejoría de la supervivencia.  Por ello, se ha sugerido que las infecciones  hospitalarias deberían tratarse con antibióticos  de amplio espectro.

Es importante tener en cuenta que la presentación  clínica de la infección en enfermos de cirrosis, puede  ser diferente a la de la población general. Muchas  veces los enfermos no presentan síntomas típicos  de infección como la fiebre, pero sí signos de ence falopatía hepática o, incluso, deterioro de la función  renal o hepática comprobado por los análisis.

Las infecciones por gérmenes  multirresistentes causan infecciones con gran morbimortalidad y el fracaso del tratamiento antibiótico  habitual. Para controlarlas de forma eficaz, es imprescindible detectar precozmente a aquellos  pacientes con factores de riesgo.

Referencia
Klímová, K., Padilla, C., Ávila, J. C., Clemente, G., & Ochoa, A. (2016). Epidemiología de las infecciones bacterianas en pacientes con cirrosis hepática, experiencia de un centro español de atención terciaria. Biomédica, 36(1), 121-132.