Infecciones bacterianas en pacientes con cirrosis hepática
- Escrito por Dra. Fernanda García Alvarado
- Publicado en Prevención
Las infecciones bacterianas representan una complicación grave y frecuente de la cirrosis hepática con una alta morbimortalidad y, además, tienen una incidencia elevada comparada con la población general. De hecho, son una de las causas más frecuentes de hospitalización y, también, una de las principales razones de la progresión y las complicaciones de esta enfermedad.
En estudios recientes se ha demostrado que entre 32 y 34 % de los pacientes cirróticos desarrollan una infección al ingreso o durante su hospitalización, mientras que la incidencia de infecciones en la población general es de 5 a 7 %, lo que corrobora que la cirrosis es una enfermedad que determina un estado de inmunodeficiencia adquirida.
Además, se han establecido otros mecanismos patogénicos responsables del aumento del riesgo de infección en estos enfermos, como son la disbacteriosis de la flora intestinal y el proliferación bacteriana excesiva.Se estima que la mortalidad de los pacientes hospitalizados con cirrosis que desarrollan una infección bacteriana, es hasta cinco veces superior a la de los pacientes cirróticos no infectados. La mortalidad acumulada después de cualquier infección en pacientes con cirrosis es de 43,5 %.
Las infecciones más frecuentes son la peritonitis bacteriana espontánea (25 %), la infección urinaria (20 %), las infecciones pulmonares consolidadas (15 %), la celulitis y la bacteriemia espontánea.
No obstante, en los últimos años la epidemiología de las infecciones bacterianas en pacientes con cirrosis ha cambiado. Existe un aumento de la incidencia de infecciones causadas por microorganismos Gram negativos resistentes a cefalosporinas de tercera generación y quinolonas, y por cocos Gram positivos, sobre todo en las infecciones hospitalarias o de pacientes que han estado recientemente en contacto con el ambiente hospitalario.
En la práctica clínica, las cefalosporinas de tercera generación se han establecido como el tratamiento estándar de la peritonitis bacteriana y la bacteriemia
espontánea. Sin embargo, la eficacia de este tratamiento antibiótico empírico en las infecciones hospitalarias es muy baja en el contexto de las infecciones por bacterias multirresistentes que, además, se asocian más frecuentemente a la descompensación de la cirrosis y el aumento de la mortalidad.
La administración correcta y temprana de los anti- bióticos resulta en una mejoría de la supervivencia. Por ello, se ha sugerido que las infecciones hospitalarias deberían tratarse con antibióticos de amplio espectro.
Es importante tener en cuenta que la presentación clínica de la infección en enfermos de cirrosis, puede ser diferente a la de la población general. Muchas veces los enfermos no presentan síntomas típicos de infección como la fiebre, pero sí signos de ence falopatía hepática o, incluso, deterioro de la función renal o hepática comprobado por los análisis.
Las infecciones por gérmenes multirresistentes causan infecciones con gran morbimortalidad y el fracaso del tratamiento antibiótico habitual. Para controlarlas de forma eficaz, es imprescindible detectar precozmente a aquellos pacientes con factores de riesgo.
Referencia
Klímová, K., Padilla, C., Ávila, J. C., Clemente, G., & Ochoa, A. (2016). Epidemiología de las infecciones bacterianas en pacientes con cirrosis hepática, experiencia de un centro español de atención terciaria. Biomédica, 36(1), 121-132.