¿Es posible atacarse a usted mismo?
- Escrito por Dra. Fernanda García Alvarado
- Publicado en Auto-inmunidad
El Dr. Mark Hyman nos dice que estamos frente a una epidemia de alergia (60 millones de personas aproximadamente), asma (30 millones de personas), y de trastornos autoinmunes (24 millones de personas). Las enfermedades autoinmunes incluyen artritis reumatoide, lupus, esclerosis múltiple, psoriasis, enfermedad celíaca, enfermedad de la tiroides, hepatitis autoinmune, cirrosis biliar primaria, colangitis esclerosante primaria, sindrome de sobreposición y los muchos otros síndromes difíciles de clasificar en el siglo 21.
Las enfermedades autoinmunes están conectados por uno proceso bioquímico central: una respuesta inflamatoria fuera de control que ocasiona un ataque absurdo a sus propios tejidos, por ejemplo el hígado.
El cuerpo está luchando contra algo - una infección, una toxina, un alergeno, un alimento o la respuesta al estrés - y de alguna manera se equivoca y dirige su ataque hostil a las articulaciones (en la Artritis Reumatoide), el cerebro (Esclerosis Multiple), la tiroides (Tiroiditis), el intestino (CUCI o Chron), la piel (vasculitis o dermatitis atópica), hígado (hepatitis autoinmune o CBP) o incluso a veces todo el cuerpo (Lupus Eritematoso Sistémico).
Curiosamente, los trastornos autoinmunes se producen casi exclusivamente en los países desarrollados. La gente en los países pobres sin las comodidades modernas como agua corriente, inodoros, lavadoras y patios estériles no sufren estas enfermedades con la frecuencia de los países más desarrollados.
Desafortunadamente, muchos de los tratamientos convencionales disponibles, utilizados a dosis inapropiadas, pueden hacer que los pacientes se sientan peor. Los medicamentos antiinflamatorios no esteoideos, esteroides, inmunosupresores, como el metotrexato, y los nuevos bloqueadores de TNF-alfa puede conducir a sangrado intestinal, insuficiencia renal, depresión, psicosis, osteoporosis, pérdida de masa muscular, diabetes, mayor riesgo a infecciones e incluso cáncer.
En cambio, cuando se utilizan apropiadamente estos medicamentos pueden ayudar a las personas a recuperar sus vidas. Pero no son una solución a largo plazo. Ellos no deben ser el final del tratamiento, pero un puente para disminuir la inflamación, mientras que se trata la causa de la enfermedad. Para recuperarse de la autoinmunidad conviene abordar las causas de la inflamación.
Por ello, conviene que el médico responsable del tratamiento sea un especialista con experiencia acumulada en este tipo de enfermedades. En el caso de las enfermedes hepáticas debe ser un médico Hepatólogo el que idealmente se encargue del tratamiento a largo plazo, busque prescribir la menor dosis eficaz posible y vigile periódicamente la evolución del cuadro clínico, de las alteraciones bioquímicas, del grado de fibrosis, de la prevención de complicaciones y en general ofrezca la mejor calidad de vida posible.
Referencias
- Nakazawa, D. (2008). La epidemia autoinmune. Simon & Schuster. Nueva York.
- Siegel, CA, Marden, SM, Persing, SM, et al. (2009). Riesgo de linfoma asociado con el factor de necrosis combinación anti-tumor y la terapia inmunomodulador para el tratamiento de la enfermedad de Crohn: un meta-análisis. Clin Gastroenterol Hepatol. 7 (8): 874-81.