EL SISTEMA INMUNE DEL CUERPO Y DEL ALMA
- Escrito por Dr.Poo
- Publicado en Auto-inmunidad
Pareciera un título equivocado, pero no es así. Existe un sistema inmune de nuestro cuerpo, sin duda. Pero no sería raro que también exista un sistema inmune del alma. Cuerpo y mente, la forma y la materia del ser. En uno se concentra la anatomía y la fisiologìa. En el segundo la imaginación, la planeación y la abastracción. El primero apegado a una forma y el segundo capaz de sentir, de sufrir, de gozar, de aprender, de amar y de soñar. El cuerpo duro, resistente o fragil, dependiendo del trato que recibe. El segundo con su personalidad independiente, a veces simplemente obediente, tranquila, conservadora y temerosa de explorar y otras veces inquieta, intrépida, atrevida e innovadora. Ante tanta diversidad y tanto mundo por recorrer y explorar, surge la necesidad de tener un sistema de defensa. Sería ingenuo pensar en ir y venir sin protegerse. Por ello, esta revisión se concentrará en tratar de describir los sistemas de defensa del cuerpo y del alma. Iniciemos con el primero, el más politicamente correcto, para un portal sistentado en la ciencia, como el nuestro.
La inmunología es el estudio de los procesos que permiten que el huesped (léase nuestro cuerpo) identifique, neutralice, destruya, procese y elimine agentes extraños a uno mismo sin producir daño en sus propios tejidos. Se trata entonces de diferenciar el "mi mismo" de lo que "no es mi mi mismo". Sin duda una colosal tarea para nuestro sistema inmune si imaginamos que los seres humanos generalmente no nos estamos quietos y continuamente interactuamos con diferentes escenarios de diferentes ecosistemas que estan plasmados de agentes fisicos, químicos y biológicos. Una cuidadosa abuelita diría: - "Tan facil que es permanecer protegido en tu casa que se limpia y se desinfecta todos los días."
Pero el nieto optimista diría, - "La vida abuela, es para descubrirla y explorarla". Y en esa aventura, nuestro cuerpo cuenta con su propio sistema de defensa que incluye tres grandes sistemas:
- Barreras naturales
- Sistema Inmune Innato
- SistemaInmune adaptativo
Aun antes de que un agente extraño a nuestro ser ingrese a nuestro torrente sanguineo, nuestro cuerpo dispone de múltiples barreras naturales que incluyen a la piel (para algunos el órgano más extenso de nuestro cuerpo) y las mucosas. La piel es una envoltura que impide la entrada de numerosos agentes, que son atrapadas entre sus vellosidades, su secreción sebacea y sudoración. Además, gracias al lavado podemos simplemente dejar de estar en contacto con ellos. Por eso, desde el punto de vista preventivo, el lavado de nuestro cuerpo (no solo de las manos) ha sido utilizado desde la antigüedad, más por unas culturas que por otras. Por eso existen siempre han existido los recintos o baños llamados SPA (que en latín significa "Sanare Per Aqua"). Luego estan las mucosas, que incluyen a la boca, desde luego, pero también a los ojos, la nariz, la del oido externo, la de la faringe, traquea y de los bronquios, así como la mucosa rectal y la de los genitales masculinos o femeninos. Sabemos que en la boca o en los ojos, la saliva y las lágrimas nos protegen por la presencia de diversas enzimas qeue buscan inactivar o acarrear agentes nocivos. Los ojos con sus pestañas y a nivel miscroscópico , las propias células, con sus cilios (diminutas escobas) permiten atrapar y eliminar agentes. Además, en caso necesario podemos secretar moco que atrapa e inactiva multiples agresores, ya sea en las mucosas de la boca, ojos, mucosa respiratoria, mucosa digestiva y desde luego de las mucosas urinarias y de genitales externos, particularmente en la mujer.
Cuando un agente externo entra en contacto con el Sistema Inmune puede o no existir una reacción. Cuando no existe una reacción, se utiliza el nombre de inmunotolerancia, una condición que como su nombre lo dice, nuestro sistema permite la presencia y circulaciòn de un agente externo. En lo general, nuestro sistema inmune si reacciona o responde a la presencia de agentes externos. Con fines de estudio veremos las formas de respuesta como separadas, pero en en el mjundo real o cotidiano ambas formas se activan de manera dinámica, colaborando entre ambos.
Respuesta inmune innata. involucra una serie de respuestas fijas o predeterminadas, que son utiles en lo general, para protegerse y que dependen de la activación de ciertos receptores en la superficie de las células. Cada receptor esta determinado por genes que se heredan a través de células germinales, a los largo de las generaciones. Esos recepctores reconocen patrones moleculares que estan presenten en muchos agentes externos o foráneos, que no forman parte de los patrones de las células de ese individuo y que por lo tanto no se conocen como de "uno mismo". Incluye al sudor, a las lágrimas, a la saliva, al pH ácido del estómago o de la orina y desde luego a la fiebre que no le gusta a los microbios e incluso les impide crecer. Este sistema corresponde a nuestra "defensa estructural o ciudadana", considerando que el término aplica a todas las células residentes en nuestro cuerpo que son capaces de reconocer a extraños.
Respuesta inmune adaptativa, involucra una respuesta especìfica a una agente extraño que nombraremos como "antígeno" (en ocasiones abreviado como Ag o su plural Ags). Los receptores de esos antígenos estan codificados por un pequeño número de genes y se encuentran presenten en un grupo específico de células llemadas linfocitos (linfocitos B y T) que tienen la particularidad de poder circular a través de la sangre, dentro de nuestro sistema circulatorio. Este sistema corresponde a nuestra defensa policial (específica) que circula en forma de motos o patrullas. Este escuadrón de células circulantes dispone de mecanismos directos de inactivación de Ags (escudos, cachiporras, gases lacrimógenos) o indirectos, a través de proteínas especializadas llamadas anticuerpos (a veces se abrevían como Ac o su prural Acs) que se unen a los antígenos para inactivarlos y favorecer su eliminación (como un inmovilizador o araña de llanta o redes específicas de defensa).
Anatomía y arsenal de defensas del Sistema Inmune: .
El sistema de defensa es inmenso y está presente por todos lados, ya sea en la cabeza, boca, cuello, tórax, como en los accesos o salidas de las extremidades tal y como se observa en el diagrama anexo. Las estructuras más conocidas son las amígdalas y los ganglios linfáticos del cuello, pero muchos conocen también al timo (en el tórax) y el bazo (en el abdomen). Sorprendentemente también disponemos de un gran número de tropas de defensa (celulas inmunes) comisionadas para estar en las mucosas de las vías respiratorias, de las vías digestivas (estomago, intestino delgado, colon), vías urinarias o de genitales. Estas tropas de defensa se conocen como MALT que es el acrónimo en inglés de Mucose Associated Limphoyd Tissue. En castellano díríamos TLAM o tejido linfoide asociados a las mucosas. Estas células nos sirven de defensa permanente contra posibles infecciones provenientes del medio externo. Son como escuadrones policiacos en nuestras colonias o en sitios estratégicos de las Alcaldías.
De manera general las células de defensa incluyen los llamados leucocitos (o células blancas) que se dividen en granulocitos, linfocitos y monocitos.
En la práctica clínica, cada vez que solicitamos una Biometría Hemática, disponemos de valores cuantitativos de varios tipos celulares. Primero los eritrocitos (células rojas que transportan oxígeno) y luego lo leucocitos (células blancas, de defensa) que incluye a los granulocitos (neutrófilos, basófilos y eosinófilos), a los linfocitos y a los monocitos. Finalmente, también se nos informa de las plaquetas (fundamentales para la coagulación).
Las líneas celulares de nuestro sistema inmune son también de tipo general y de tipo especializado. Algo así como policias de calle o detectives especializados en la lucha contra el crimen, es decir de antígenos que podrían dañar a nuestro organismo. Los primeros corresponden a la respuesta innata e incluyen los neutrófilos, a los bàsófilos y a los eosinófilos que son capaces de facocotar o comer a los patógenos. Los primeros (neutrófilos) se especializan en controlar bacterias, muentras que los otros pueden enfocarse más a parásitos, como es el caso de los eosinòfilos. El reconocimiento de microorganismos por el sistema innato ocurre a través de patrones moleculares asociados a patógenos (en inglés abreviado como PAMPs) característicos, presentes en las superficies microbianas y reconocidos por una importante familia de receptores innatos llamados receptores que reconocen patrones (en inglés abreviado como PRRs), principalmente los receptores tipo Toll (en inglés TLRs). Es importante mencionar que el "sistema del complemento" incluye a un grupo de proteínas capaces de producir agujeros en los microbios (generalmente bacterias) lo cual permite su inactivaciòn. Representa el sistema humoral, del sistema inmune innato.
Por otro lado, los monocitos son capaces de actuar como "asesinos naturales" y los linfocitos que se especializan en virus. Esto corresponde más a la llamada inmunidad adaptativa. En este grupo de defensa se encuentran los Linfocitos B y los Linfocitos T. Los primeros de ellos maduran (se entrenan) en la Médula Osea, mientras que los linfocitos T lo hacen el el Timo, como si fuera una acedemia de entrenamiento o capacitación, altamente especializada.
Llegando a este nivel diremos que gracias a los Linfocitos B y T tenemos dos distinguidos tipos de defensa:
- Respuesta inmune homoral. Incluye a la producción de anticuerpos (Acs) específicos contra diversos agentes patógenos, por parte de los Linfocitos B. Es como si fuera un sistema de arqueros especilaizados, capaces de enviar flechas contra los agresores. Estos tienen la propiedad de poderse medir. Por ejmplo, anticuerpos contra el virus A, el virus B, el virus C de la hepatitis. contra la mono-nucleosis, contra la tuberculosis, contra el citomegalovirus o contra el virus VIH, etcéterea. Lo sorprendente es que generalmente estos virus se mantienen para toda la vida (lo cual es mucho) y reflejan esa capacidad de nuestro cuerpo de recordar a un patógeno. Estos anticuerpos forman la base o fundamento de las VACUNAS, que han logrado salvar numerosas vidas en la historia de la humanidad. El caso más impresionante es la vacuna contra la viruela que ha sido capaz de generar anticuerpos de defensa en los seres humanos vacunados. La enfermedad se conoce desde la antiguedad como causante de grandes epidemias, con tasas de mortalidad de hasta 90% en los pacientes afectados. Afortunadamente, gracias a la vacunación fue desapareciendo. En 1980, la OMS declaró que la viruela había sido erradicada. Por lo tanto ya no se vacuna a nadie. Es importante aclarar que en algunos padecimientos se ha descrito que la protección por anticuerpos desaparece, pero se mantiene la inmunidad celular que se describe a continuación.
- Respuesta inmune celular. Depende de la inactivación de patógenos por parte de los Linfocitos T, que incluye dos variantes principales, los linfocitos T cooperadores o CD4+ y los Linfoctitos T citotóxicos o CD8+, ambos poderosos defensores cuerpo a cuerpo. Los linfocitos CD4+ de cooperación (en ingles "helpers") son capaces de desencadenar dos tipos de patrones de respuesta, la H1 (helper 1) o de perfil celular y la H2 (helper 2) o de perfil humoral.
Memoria inmunológica:
Se refiere a la capacidad de reconocer a un patógeno para inactivarlo y evitar que produzca daño. El proceso puede ser rápido si es que hubo un contacto previo, gracias a la presencia de anticuerpos (inmunidad homoral). O bien puede ser una respuesta lenta (inmunidad celular) ya que solo un pequeño número de células B y T específicas están disponibles inicialmente y, por tanto, una vez activadas, primero deben proliferar a través un proceso denominado selección clonal, para formar células efectoras. Una pequeña parte de éstas células efectoras se convertirá en células de memoria, lo que permitirá que, en caso de que el mismo patógeno vuelva a penetrar, se genere una respuesta adaptativa secundaria (o de memoria) mucho más rápida y efectiva.
Citocinas y quimiocinas
Las citocinas forman una importante familia de proteínas que funcionan como mediadores y tienen un papel importante durante las respuestas inmunitarias. Pueden funcionar como estimuladoras o inhibidoras de la diferenciación, proliferación o actividad en las células del sistema inmunitario. Un grupo de citocinas, las quimiocinas, juegan un papel importante guiando a las células a los sitios de infección mediante la creación de “caminos o vías químicas”. En ocasiones, se ha demostrado que la producción de citocinas es excesiva, produciendo la llama "tormenta de citocinas" que puede resultar nociva para el propio organismo.
Regulación neuroendocrinológica del sistema inmune
El sistema neuroendocrinológico incluye dos ejes importantes de regulación, el hipotálamo-hipófisis-adrenal y el hipotálamo-hipófisis-gonadal. El primero incluye a dos regiones del cerebro, el hipotálamo y la hipófisis y las gándulas suprarrenales, (situadas, como su nombre lo indica, arriba de los riñones). El segundo incluye también al hipotálamo y la hipósis así como las gónadas femeninas y masculinas. Para comprender su relevancia, Rosalía Hernández Cervantes y colaboradores del Departamento de Inmunologìa del Instituto de Investigaciones Biomèdicas de la UNAM mencionan que "las interacciones entre el sistema inmunológico y los ejes hormonales HPA y HPG repercuten de manera trascendental en el inicio y activación de la respuesta al estrés, misma que a su vez posee funciones inmunomoduladoras, importantes en la prevención de una excesiva respuesta inmune. Además, las funciones de ambos ejes inciden en la adaptación y mantenimiento de la homeostasis durante procesos patológicos severos, como los provocados por virus, bacterias, parásitos o enfermedades autoinmunes, por citar algunos.
En resumen, el Sistema Inmune del cuerpo es muy grande, variado e incluye defensas o barreras naturales, mecanismos generales de protección y sistemas altamente especializados.
EL SISTEMA INMUNE DE LA MENTE (O DEL ALMA)
A diferencia del cuerpo, en este sistema no existen componentes estructurales o células específicas de defensa. Segun algunos místicos tiene que ver con la calidad y el orden de nuestros pensamientos. De hecho, la organización mundial de la Salud, desde el año 2013 y no sin fuertes críticas, ya incluye en sus definiciones de salud, no solo al bienestar físico, emocional y social, sino también al espiritual. Se le conoce como la cuarta dimensión de la salud. Un componente intangible dificl de explicar o de cuantificar pero posible de sentir, como ocurre con el afecto, la lealtad o el amor.
Segun Valerie Michaelson y colaboradores de la Escuela de Religión de la Universidad Queens, en Kinston, Canadá , existen 4 dominios de la dimensión de la salud espiritual del ser humano que pueden ser evaluados en encuestas que involucran escalas unidimensionales. Los 4 dominios incluyen "al ser", "los otros", "la naturaleza" y "lo trascendente". Segun un estudio con 21,173 participantes de Canadá, 4,339 de Inglaterra y 5,603 de Escocia, se encontró, una correlación entre "salud mental positiva" y cada una de los dominios de la salud espiritual mencionados. Además existen diversas publicaciones de correlación entre pràctica de la espiritualidad y bienestar emocional en niños y adolescentes, o entre espiritualidad y auto-apreciación de la felicidad e incluso menor riesgo de depresión. Segun estos autores, la espiritualidad en los niños se ha descrito en términos de experiencias de asombro y alegría en la vida, fomento de las sensibilidades morales, experiencias tempranas de sabiduría y compasión, y expresiones de las cualidades sagradas de la vida, es decir de aquello que transciende a nosotros mismos.
Sin duda, la espiritualidad es un concepto de raices antiguas pero siempre presente en el mundo contemporaneo. Segun Mike George, un moderno guía espiritual, que escribió un libro llamado "El Sistema Inmune del Alma", el Sistema Inmune del Cuerpo esta operando todo el tiempo y su finalidad es mantener a ese cuerpo en un estado perfecto. Sin embargo, el Sistema Inmune del Alma vive en tu consciencia y requiere ser activado de diferentes formas. A continuación les comparto 4 conocimientos
Conocimiento 1. Energías. Debe distinguirse entre la energía física, la cual puedes ver, sentir, tocar, oler y a veces hasta comer. Mientras que lo espiritual, "la otra energía" es intocable, intangible, invisible, pero a la vez esta interna en tí. La primera energía viene de afuera hacia adentro y es temporal o finita. La segunda energía surge de adentro hacia afuera. Es con ella que tienes que aprender a trabajar. Fluye en forma continua y es intemporal e infinita.
Conocimiento 2. Dolor y/o sufrimiento. El dolor que ocurre como parte de la vida es inevitable. Mientras que el sufrimiento es opcional y puede ser elegido. El dolor ocurre en alguna parte de nuestro ser fìsico. El sufrimiento ocurre al nivel emocional. Es importante que este último depende 100% de mi. Esto es fundamental de aprender y concientizar porque, a diferencia de lo que usualmente se piensa, el sufrimiento viene de adentro y no de la creencia de que "los otros" me hacen sufrir. Por lo tanto este conocimiento debe ser integrado en nuestra conciencia, antes de usar la energía interna. Mucha gente piensa que el origen del origen del dolor explica "mi sufrimiento" por los siguientes 3 meses o 3 años. Es cierto, que si alguien ha sido herido, en algún sitio, en algún momento, existirá una causa del dolor. Pero, a partir del momento en que identifico la causa, el sufrimiento posterior dependerá enteramente de mi.
Conocimiento 3. Enfermedad o Esto que tengo (en inglés Disease, and "This is"). La enfermedad sin duda ocurre en nuestro cuerpo físico, pero "esto que tengo" se relaciona a muchos momentos de nuestra vida, en el espectro total de nuestro día, semana, mes o año, cuando sentimos rencor, pena, miedo, incomodidad. Tendemos a vivir y a creer que estos momentos de "esto que tengo" son naturales, pero debemos saber que podemos detener este tipo de pensamientos, al cambiar la intensidad de nuestros momentos de infortunio, de estrés, de tristeza y de sufrimiento. Nuestras creencias no siempre son ciertas. Son fruto de la imaginación. Yo creo o yo pienso, puede ser diferente de lo que creen los otros. Por eso, lo ideal es no aferrarse a las creencias que pueden ser deformaciones de la realidad, aun a pesar de que pensemos que tenemos la razón.
Conocimiento 4. La causa o el origen. En el caso de una enfermedad, la causa puede ser un virus, al menos esa es la creencia o la evidencia. Sin embargo, según Mike George, las creeencias son los virus del alma y debemos eliminarlas, porque al quitarlas desaparecen las causas.
Finalmente el Sistema Inmune del Alma tiene 3 movimientos que debemos activar y que incluyen un acrónimo de tres letras (ART, en inglés y también en español).
A = Awareness o Activo mi Conciencia de las cosas. Es decir que estoy enterado o informado y que tengo este sentimiento de "algo que tengo". Este algo cambia mi situación. Por ejemplo una enfermedad.
R= Realize o Reflexiono, me doy cuenta, tomo nota, llegó a una conclusión sobre ese conocimiento de "algo que tengo". No olvidar que la creencia sobre la causa no necesariamente es real. Las creencias son ideas estáticas, mientras que lo realmento verdadero, para nuestra consciencia, es un proceso dinámico.
T= Transformation o Transformo mi ser, a través de un cambio en la vibración de mi energía, de mi alma, de mi consciencia, de mi ser.
Cuando se alcanza este equilibrio del Sistema Inmune del Alma, las creencias (las supuestas causas) no existen. En el conocimiento de la verdad, nadie tiene razón o está equivocado. Son tan solo creeencias.
Para Mike George, en el estado de consciencia profunda, los tres movimientos ART están integrados y activados todo el tiempo y permiten mantener las defensas de tu sistema inmune espiritual. La energía de la conciencia viene desde adentro, y no de afuera. La energía que viene de afuera no te cambia hasta que adquieres conciencia, lo reflexionas y decides cambiar. Solo la energía que es liberada dentro de la profundidad de tu consciencia se convierte en una fuerza poderosa para hacerte pensar, sentir y actuar diferente.
El reto cotidiano es evitar caer en los momentos de enfermedad del alma que se relacionan con creencias de "algo que tengo", que son creadas por mi mismo y por lo tanto hay que identificar la causa interna de esas creencias. Para identificar las causas internas desde la antiguedad se ha recurrido a dos pràcticas ancestrales:
1. La meditación. La práctica de la auto-consciencia o mejor aun de ser consciente de lo que estas creando dento de tu ser.
2. La contemplación. Es la capacidad de ver más profundo en "mi experiencia" o mejor aún "mi inspiriencia". Es una experiencia de reflexión de lo que pasó. Es una oportunidad para corregir lo malo. La contemplación debería ser hecha cada día, por lo menos por 5 minutos, ya que no funciona si se posterga a cada mes o cada año.
El concepto de cultivar la "mente plena" (o en inglés mindfulness) se inscribe en este contexto de lograr la reflexión profunda para alcanzar una mejor consciencia de las cosas. De hecho, si bien existe cierta controversia, se has descrito múltiples publicaciones al respecto, describiendo beneficios en estados de ansiedad, depresión, dolor muscular o articular o incluso intestinal. Destaco aquí la amplia revisión del tema y su relación con el sistema inmune por Black and Slavich, investigadores de la Unversidad del Sur de California en Los Angeles California, quienes concluyen diciendo "nuestros hallazgos sugieren posibles efectos de la meditación del tipo de la "mente plena" en marcadores específicos de inflamación, de la inmunidad celular y del envejecimiento biológico que bien merecen continuar siendo estudiados y evaluados."
Finalmente, no olvidemos que la felicidad no es la finalidad de nuestra vida, sino una forma de vivir y afrontar la vida. La felicidad verdadera nunca viene de afuera hacia adentro, sino a la inversa. Y más profundamente, la felicidad sustentable es dar de ti mismo sin querer o esperar algo a cambio. Mucha gente sigue construyendo sueños como deseos y no como creaciones de la consciencia profunda.
Referencias:
1. Pagina de la Sociedad Británica de Inmunología: http://inmunologia.eu/otros-temas/que-es-la-inmunologia
2. Pagina web de los Centers for Disease Control and Prevention. Emergency Preparedness and Response. Smallpox. Consultado el 08-Oct- 2020..
3. Rosalía Hernández-Cervantes, Ana Gabriela Sánchez-Acosta, Ricardo Ramírez-Nieto y Jorge Morales-Montor. Regulación neuroendocrinológica de la función inmunitaria. Papel de la hipófisis y los esteroides sexuales. Revista Especializada en Ciencias Químico-Biológicas. 2020;13(2):103-112.
4. Leonardo Agostini Fernandes. Dificultades y proyecciones en la relación entre salud y espiritualidad. Veritas 2015, no.33; paginas 1-5.
5. Valerie Michaelson, Nathan King, Jo Inchley, Dorothy Currie, Fiona Brook, William Pickett. Domains of spirituality and their associations with positive mental health: a study of adolescents in Canada, England and Scotland. Preventive Medicine 2019; Volume 125, August 2019, Pages 12-18.
6. Mike George. El sistema Inmune del Alma. 2013.
7. David S Black, George M Slavich.. Mindfulness meditation and the immune system: a systematic review of randomized controlled trials. Ann N Y Acad Sci 2016 Jun;1373(1):13-24.