Medicamentos para bajar de peso y riesgo de piedras en la vesícula biliar: lo que todo paciente debe saber
- Escrito por Dr. Jorge Luis Poo
- Publicado en Hígado Graso Metabólico
En los últimos años han surgido medicamentos muy eficaces para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad, conocidos como agonistas del receptor GLP-1 (por ejemplo: liraglutida, semaglutida, dulaglutida, entre otros). Estos medicamentos ayudan a controlar el azúcar en la sangre, reducir el apetito y bajar de peso, lo cual mejora la salud del corazón, del hígado y del metabolismo en general.
Sin embargo, como ocurre con muchos tratamientos efectivos, también pueden tener efectos secundarios. Uno de ellos, que ha recibido cada vez más atención médica, es el aumento del riesgo de problemas en la vesícula biliar, como la formación de piedras (litiasis vesicular) o la inflamación de la vesícula (colecistitis).
Bueno, sobre este tema, te compartimos un regalo de fin de año de investigadores mexicanos, liderados por el Dr. Nahúm Méndez Sánchez, del Hospital y Fundación Clínica Médica Sur, publicado en la revista Therapeutic Advances in Endocrinology and Metabolism. La primera autora de este interesante artículo de revisión es la Dra. Mariana Ramírez Mejía, de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Objetivos del estudio
Los autores se plantearon encontrar respuestas a tres grandes retos que podrían ayudar a comprender mejor esta asociación:
- ¿Por qué los medicamentos tipo GLP-1 pueden aumentar el riesgo de problemas en la vesícula?
- ¿Qué mecanismos del cuerpo están involucrados?
- ¿Qué dice la evidencia científica actual?
Y, muy importante, se comprometieron a aportar guías que ayude a los médicos a cómo identificar a los pacientes con mayor riesgo, para cuidarlos mejor desde el inicio del tratamiento.
¿Cómo funcionan los medicamentos GLP-1? (explicado sencillo)
Estos medicamentos imitan una hormona natural del intestino llamada GLP-1, que se libera después de comer. El término apropiado en castellano es Péptido Similar al Glucagón tipo 1 (del inglés Glucagon-Like Peptide-1), que se produce por las células del intestino delgado, con el fin de ayudar a regular el azúcar en la sangre (glucosa) y el apetito, y que se utiliza en medicamentos para la diabetes tipo 2 y para favorecer la pérdida de peso. La función de estos medicamentos podría resumirse como:
- Aumentar la liberación de insulina cuando el azúcar sube.
- Disminuir la producción de otra hormona llamada glucagón.
- Inducir que el estómago se vacíe más despacio.
- Producir saciedad (te sientes lleno más rápido).
- Por eso ayudan tanto a bajar de peso y a mejorar la diabetes.
¿Qué hace la vesícula y por qué importa?
La vesícula biliar es un pequeño órgano en forma de pera, de alrededor de 10 cm de longitud, localizado justo debajo del hígado, en el borde costal derecho del abdomen, cuya función es guardar alrededor de 30-60 mL de bilis, un líquido producido por el hígado que ayuda a digerir las grasas. Conviene saber que el maravilloso hígado produce entre 500 y 1000 mL de bilis cada día. Cuando comes alimentos grasos, la vesícula se contrae y libera la bilis hacia el intestino. Si la vesícula no se contrae bien o la bilis se queda “estancada”, pueden formarse piedras.
¿Qué relación hay entre los GLP-1 y las piedras en la vesícula?
El artículo explica varios mecanismos, pero aquí van los más importantes en palabras sencillas:
1. La vesícula se mueve menos.
Los medicamentos GLP-1 disminuyen la producción una hormona llamada colecistoquinina (CCK), que es la que le da la orden a la vesícula de vaciarse después de comer. Si esta señal baja, la vesícula se contrae menos, se vuelve perezosa y deja de cumplir su funciòn de liberar la bilis.
2. Cambios en la composición de la bilis
La bilis esta formada por agua (aproximadamente el 95%) donde fluyen los siguientes compuestos: ácidos biliares, —cuyo función es emulsionar las grasas para convertirlas en gotas más pequeñas—; bilirrubina, —un pigmento amarillo-anaranjado resultante de la degradación de los glóbulos rojos, que da el color característico a la bilis y se excreta en las heces—; colesterol, —un lípido que se excreta a través de la bilis, ayudando a regular sus niveles en el cuerpo; fosfolípidos diversos, —como la lecitina, que también ayuda en la digestión de grasas. Estos medicamentos también pueden cambiar el equilibrio normal de los ácidos biliares, haciendo que la bilis sea más espesa o más rica en colesterol, lo que favorece la formación de lodo, luego microcristales y luego piedras.
3. Influencia del cerebro y los nervios
Los GLP-1 actúan en el cerebro para quitar el hambre, pero también pueden alterar las señales nerviosas que coordinan la digestión, incluyendo el movimiento de la vesícula.
4. La pérdida rápida de peso
Bajar de peso rápido (algo que sí ocurre con estos medicamentos) es, por sí solo, un factor conocido para formar piedras en la vesícula. Se considera una reducción rápida aquello que supera una pérdida de 0.5 a 1 kilo de peso, por semana. Esto suele ser de alrededor de 2 a 4 kilos por mes, cuando se hacen dietas de manera ordenada. Pero superar esta cantidad exige que el cuerpo se deshaga de tanta grasa por la vía fisiológica o natural que es la bilis, haciendola más espesa y más propensa a las piedras.
¿Qué dice la evidencia clínica?
Al revisar muchos estudios, los autores comentan que se ha observado que las personas que usan medicamentos GLP-1 tienen más riesgo de litiasis vesicular que quienes no los usan.
El riesgo es mayor con dosis altas, con uso prolongado, cuando el medicamento se usa principalmente para bajar de peso
Aclaran que no todos los pacientes presentan este problema, pero el riesgo sí existe, particularmente si se convinan otras condiciones que lo favorezcan.
¿Quiénes tienen más riesgo?
El artículo identifica los siguientes factores que aumentan la probabilidad de tener problemas en la vesícula:
- Ser mujer
- Tener obesidad o diabetes
- Haber bajado de peso rápidamente
- Tener hígado graso
- Tener antecedentes familiares de piedras en la vesícula
- Dietas muy bajas en fibra
- Poco ejercicio
Por eso, no todos los pacientes tienen el mismo riesgo.
Evaluación del riesgo en categorías:
Los autores proponen tres categorías; bajo, medio y alto riesgo, de acuerdo al siguiente esquema.

Conclusiones de los autores:
Los medicamentos tipo GLP-1 son muy efectivos y han cambiado la vida de muchas personas con obesidad y diabetes. Sin embargo, pueden aumentar el riesgo de problemas en la vesícula, sobre todo en personas que ya tienen factores de riesgo.
La clave no es tener miedo, sino usar estos medicamentos con información, vigilancia y acompañamiento médico.
Comentarios adicionales del Dr. Jorge Luis Poo, Hepátologo clínico y miembro del comité editorial de esta iniciativa educativa, para la divulgación de la ciencia:
En México, la litiasis vesicular es muy frecuente. Se estima que entre 10 y 15 % de la población adulta tiene piedras en la vesícula, y en mujeres la cifra puede ser aún mayor. Es decir, muchas personas ya tienen riesgo incluso antes de iniciar cualquier medicamento.
Por otro lado, es importante decirlo con claridad: los medicamentos tipo GLP-1 son de los tratamientos más exitosos que tenemos hoy para obesidad y diabetes, en los pacientes que los toleran. Son medicamentos de uso crónico. Al igual que otros fármacos para la diabetes, su suspensión suele asociarse a un efecto rebote, con recuperación de peso y pérdida de beneficios metabólicos.
Por eso, merece un reconocimiento especial el trabajo de los autores de este artículo, quienes proponen algo muy sensato: clasificar a los pacientes en bajo, mediano y alto riesgo de litiasis vesicular, y actuar en consecuencia, en lugar de usar un enfoque único para todos.
Entonces, ¿cuáles podrían ser los mensaje directos a los pacientes?
Si estás usando —o estás por iniciar— un medicamento de la familia GLP-1:
✔️ Ponte las pilas con tu salud
✔️ Evalúa tu vesícula desde el inicio
✔️ Con mayor razón si tienes historia familiar de piedras en la vesícula
✔️ Si has experimentado dolor en la región anatómica de tu vesícula, pregunta a tu médico si necesitas un ultrasonido abdominal
✔️ No te automediques y no suspendas el medicamento por tu cuenta
Estos tratamientos no son el enemigo. Bien usados, son grandes aliados, pero como todo tratamiento potente, requieren prevención, seguimiento y decisiones informadas.
Referencias bibliográficas:
1. Ramírez-Mejía MM, Ponciano-Rodriguez G, Eslam M, Méndez-Sánchez N. GLP-1 receptor agonists and gallbladder disease risk: insights into molecular mechanisms and clinical implications. Ther Adv Endocrinol Metab. 2025;16:20420188251406456.
Nota aclaratoria: las dos figuras que aparecen en este artículo de divulgación fueron inspiradas de las figuras 1 y 4, del artículo original en inglés. Para su generación se utilizó la plataforma de diseño CANVA, con la ayuda de Chat GPT, con el fin de adaptarlas al idioma español y hacerlo más comprensibles para los pacientes.
