El tratamiento de la hepatitis crónica por virus C en pacientes con compromiso renal

El manejo de los pacientes con insuficiencia renal crónica avanzada, en hemodiálisis y los pacientes con trasplante renal implica un desafío particular. Si bien los lineamientos para el tratamiento de estos pacientes se encuentran en las recomendaciones presentadas por los diferentes organismos presentes en cada país y continente, esta población requiere algunas consideraciones especiales.

Asumimos que el tratamiento farmacológico de la hepatitis C debe ser indicado y monitoreado por profesionales altamente entrenados en este campo y que cuenten con el soporte tecnológico y multidisciplinario adecuados, en caso contrario, corremos el riesgo de desaprovechar las oportunidades terapéuticas y de no utilizar adecuadamente un recurso caro y limitado.

En el año 2012 la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado presentó las primeras guías de práctica clínicas referidas al tratamiento de la hepatitis crónica por virus C. En 2014 se publicó un Consenso Argentino de Hepatitis C, en el que se revisaron todos los temas concernientes a esta enfermedad. Los sucesivos avances en el tratamiento de la hepatitis C crónica llevan a las respectivas autoridades sanitarias a actualizar estas guías en forma periódica.

Las sociedades científicas dedicadas al estudio de las enfermedades hepáticas: American Association for the Study of Liver Diseases, European Association for the Study of the Liver, Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado, Organización Mundial de la Salud y Asian-Pacific Association for the Study of the Liver, han actualizado sus guías en base a los últimos tratamientos aprobados por la FDA (Food and Drug Administration) en Estados Unidos y por la EMA (European Medicines Agency) para la hepatitis C. Dado el rápido avance en las investigaciones y desarrollo de nuevos tratamientos.

El objetivo del tratamiento es curar la infección por el virus de la hepatitis C (HCV) para prevenir las complicaciones hepáticas: la cirrosis, la descompensación de la cirrosis, el hepatocarcinoma, las manifestaciones extrahepáticas y la muerte. En el contexto de la enfermedad renal crónica se suman otros objetivos: disminuir la transmisión en diálisis y aumentar la supervivencia del injerto renal.

El objetivo final del tratamiento, es lograr la respuesta virológica sostenida, definida por un RNA del HCV en sangre no detectable a las 12 semanas o a las 24 semanas después de haber finalizado el tratamiento, utilizando un método molecular sensible con un límite inferior de detección.

Los estudios de seguimiento a largo plazo han demostrado que la respuesta viral sostenida corresponde a la cura definitiva de la infección por HCV en más de 99% de los casos.

En los pacientes con fibrosis avanzada y cirrosis, la erradicación del HCV reduce la tasa de descompensación de la hepatopatía y el riesgo de hepatocarcinoma, aunque no lo elimina definitivamente. En estos pacientes la vigilancia de cáncer debe mantenerse independientemente de la respuesta viral.

En el caso de los pacientes en diálisis y trasplantados renales se consideran una población de alto riesgo de progresión de su enfermedad hepática, por lo tanto deben tratarse sin demora, independientemente de la severidad de su enfermedad hepática. La severidad de la enfermedad hepática debe ser evaluada para tomar las decisiones correspondientes con respecto al tratamiento. La decisión del momento del tratamiento deberá individualizarse en cada paciente.

 

Referencia

Ridruejo, E., Galdame, O., & Laham, G. (2019). Recomendaciones para el tratamiento de la Hepatitis Crónica por Virus C en pacientes con insuficiencia renal crónica, en diálisis o trasplantados renales. Indicaciones de tratamiento 2018. Revista de Nefrología, Diálisis y Trasplante, 39(1), 55-72.

Artículo de Divulgación revisado y adaptado por el Dr. Jorge Luis Poo, Hepatólogo Clínico, miembro del Comité Editorial de tu portal AMHIGO y fundador del Grupo Mexicano para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas