Elevación de las enzimas hepáticas en pacientes alcohólicos
- Escrito por Dra. Fernanda García Alvarado
- Publicado en Hígado y Alcohol
Un artículo publicado recientemente por los investigadores M. Iñarrairaegui y D. Martínez en Pamplona, España en donde mencionan que tomar bebidas alcohólicas es habitual en nuestro medio, con patrones de consumo, edad de inicio, cantidad de alcohol ingerido y tipo de bebida que han ido variando en los últimos años. Establecer el consumo de riesgo para el desarrollo de enfermedad hepática es muy difícil por la implicación que tienen estos factores en su desarrollo. Se considera que un consumo de 40 g de alcohol diarios para las mujeres y 60 g para los varones supone un riesgo aumentado de enfermedad hepática. Actualmente, se tiende a unificar el cálculo del consumo de alcohol mediante las unidades de bebida estándar.
El diagnóstico y cálculo del consumo de alcohol se obtiene de una anamnesis, aunque hay que tener en cuenta que, en ocasiones, los pacientes tienden a infravalorar su propio consumo de alcohol. Existen algunos signos de la exploración física y datos del laboratorio que pueden orientar el diagnóstico de consumo perjudicial de alcohol, si bien no son patognomónicos. El patrón de alteración de las enzimas hepáticas típico del consumo enólico es la elevación de la enzima llamada gamma glutamil transpeptidasa que se encuentra en las células del hígado y que en un estado hepático normal se mantienen allí.
Pero cuando se presentan determinados daños en el hígado la gamma glutamil transpeptidasa se filtra al torrente sanguíneo siendo posible su detección a través de un simple examen de sangre (habitualmente por debajo de 500 U/l). Otros datos que nos pueden orientar hacia el consumo enólico son la presencia de macrocitosis, es el aumento del tamaño de los eritrocitos por aumento de por déficit de vitamina B12 o ácido fólico, toxicidad directa por alcohol o incremento del depósito de lípidos en la membrana de las células sanguíneas y la elevación de ferritina, una proteína dentro de las células que almacena hierro.
Las manifestaciones clínicas de la afectación hepática secundaria al consumo de alcohol es variable, la esteatosis simple, la hepatitis alcohólica aguda y la cirrosis, son las principales enfermedades hepáticas asociadas al consumo. Y que dentro de la patogenia, tienen una forma de presentación y evolución relacionada con la cantidad de alcohol ingerida, el patrón de consumo, el sexo, el estado nutricional y la susceptibilidad genética individual.
Hay que poner especial atención en los pacientes con consumo perjudicial de alcohol que pueden desarrollar otras enfermedades hepáticas concomitantes, cuyo diagnóstico asimismo es importante para establecer un adecuado tratamiento específico.
Referencias
Bastarrica, M. I., & Urbistondo, D. M. (2016). Protocolo diagnóstico de la elevación de las transaminasas en el paciente alcohólico. Medicine-Programa de Formación Médica Continuada Acreditado, 12(10), 591-595.