CONSUMO MODERADO DE ALCOHOL Y FIBROSIS
- Escrito por Dr. Jorge Luis Poo
- Publicado en Hígado y Alcohol
Medir la intensidad del consumo de alcohol siempre ha sido un gran reto ya que el simple interrogatorio o la aplicación de la encuesta AUDIT se asocian a posibles deformaciones de la realidad, por el propio paciente. Más recientemente se ha propuesto la medición del marcador biológico llamado Fosfatidil-Etanol, que mide fosfolípidos encontrados en membranas celulares que se forman en presencia de etanol y que permanecen hasta por 2-4 semanas después de la ingesta. Medir la intensidad del consumo es relevante ya que algunos autores han encontrado que un consumo moderado podría ser protector, mientras que otros reportan empeoramiento de parámetros histopatológicos.
¿Beber o no beber?, ¿Empeorará o mejorará mi hígado?.
De acuerdo al Instituto Nacional de Abuso de Alcohol de los EEUU y existen las siguientes definiciones de consumo de alcohol:
- Abstemios: aquellos que no ingirieron ninguna copa en el último año.
- Consumo leve: ingerir una o dos copas por semana o en forma más esporádica.
- Consumo moderado: ingerir una copa por día en mujeres o bien 2 copas por día en hombres.
- Consumo intenso: ingerir más de 3 copas por día en una mujer o más de 4 copas por día en un hombre.
- Atracones de alcohol (binge drinking): consumir 4 o más bebidas en mujeres o 5 o más bebidas en hombres, en 2 horas.
- Consumo intenso episódico: ingesta de cantidades de alcohol que indicen intoxicación (borrachera) al menos cada semana.
- Dependencia al alcohol: combinación de cambios fisiológicos, conductuales y cognitivos en un individuo que le generan un intenso deseo de beber, de forma compulsiva, sin lograr evitar una intoxicación.
Cada copa de alcohol, sea cerveza, vino o bebida destilada )tequila, brandy, ron, whiskey o vodka) aporta 12 g de alcohol, en promedio, Según otros autores, con enfoque más cuantitativo, la clasificación de consumo de alcohol puede dividirse en:
- Abstemios
- Bebedor tipo 1. Consumo menor a 20 g por día en mujeres y 40 gramos en hombre.
- Bebedor tipo 2. Consumo mayor a 20 y menor de 40 en mujeres y mayor de 40, pero menor de 60 g, en hombres.
- Bebedor tipo 3. Consumo mayor a 40 g en mujeres y mayor de 80 g en hombres.
De acuerdo a esta clasificación, que describe Bondy y colaboradores existe una clara asociación entre mayor ingesta de alcohol y mayor incidencia de diversas enfermedades incluyendo accidentes, violencia, daño hepático, enfermedad cardiovascular, particularfmente hipertensión y cáncer.
La relevancia del tema de consumo de alcohol en esta temporada especìfica de pandemia por COVID-19 es que diversos autores han encontrado hasta un 35% de incremento en su consumo, particularmente en el Reino Unido.
Los autores de este estudio de investigación, cuyo lider fue la Dra. Julia Blondahl, del Departamento de Gastroenterologìa y Hepatología de la Universidad Linkhoping en Suecia, tuvieron como objetivo evaluar si el consumo moderado de alcohol se asocia a fibrosis avanzada en paciente con Enfermedad por Hígado Graso.
Metodología: se incluyeron pacientes con 3 criterios, (1) enfermedad por hìgado graso no alcohòlico, (2) disponibilidad de sangre total guardada a menos 80 grados centígrados, (3) disponibilidad de biopsia hepàtica. Se incluyeron pacientes desde 1988 hasta el 2018 y en todos se obtuvieron datos demogràficos, patròn de consumo de alcohol, datos bioquìmicos e histológicos. A todos los participantes se les interrogó sobre sus habitos de ingesta de alcohol, se les aplicó la prueba de AUDIT y se les midió los niveles en sangre de fosfatidil etanol.
Resultados: Se lograron estudiar a 86 pacientes, los cuales fueron divididos en 2 grupos: grupo 1 (71 pacientes) sin fibrosis hepática o bien con fibrosis leve (F1 o F2) y grupo 2 (15 pacientes) con fibrosis avanzada (F3-F4). El cálculo de ingesta de alcohol fue mayor en aquellos que presentaban fibrosis avanzada (F3.F4) en comparación con ausencia o fibrosis leve (F1-F2). En un sub-análisis se detectò que aquellos pacientes con Diabetes Mellitus y consumo moderado de alcohol tenían mayor prevalencia de fibrosis hepática avanzada (F3-F4). En cuanto a la dosis de alcohol, se encontró que aquellos pacientes con consumo mayor de 90 gramos por semana eran los que tenían mayor presencia de fibrosis avanzada. Por primera vez se demuestra que la presencia de valores de fosfatidil etanol mayores a 50 ng/mL en sangre se asoció a mayor presencia de fibrosis avanzada.
Conclusión: Si existe una asociación entre consumo moderado de alcohol y mayor presencia de fibrosis avanzada. Adicionalmente se encontró un efecto sinergista cuando además del consumo moderado de alcohol coexiste la diabetes mellitus, lo cual se asocia a mayor fibrosis hepática avanzada.
Sin duda este es un gran estudio, aunque con una población relativamente pequeña de pacientes, pero con el mérito de que todos disponìan de una biopsia y 3 métodos para evaluar el consumo de alcohol. Gracias a la biopsia, se logra integrar dos grupos de pacientes, aquellos con fibrosis avanzada (F3 y F4) y aquellos sin fibrosis o con fibrosis leve (F1-F2). Los autores logran demostrar una asociación entre consumo moderado de alcohol y mayor presencia de fibrosis avanzada. Es importante resaltar que se trata de un estudio transversal, es decir de una sola medición. Sin duda sería interesante un enfoque longitudinal, es decir con pacientes que tengan varias mediciones de la fibrosis a travès del tiempo. La principal limitante para los estudios longitudinales es la dificultad para lograr biopsias hepáticas seriadas. Pero, es posible que el uso de los métodos no invasivos para medir la fibrosis, como la Elastografìa Hepática, será de gran ayuda para conocer la progresión de la fibrosis en estas subpoblaciones de pacientes. Mientras tanto, gracias a este estudio, tenemos respuesta a las interrogantes que inician este resumen y debemos recomendar a nuestros pacientes abstenerse del "consumo moderado" de alcohol, particularmente en aquellos en quienes ademàs co-exista la diabetes mellitus.
Referencias:
1. Blomdahl J, Patrik Nasr P, Mattias Ekstedt M, Kechagias S. Moderate alcohol consumption is associated with advanced fibrosis in non-alcoholic fatty liver disease and shows a synergistic effect with type 2 diabetes mellitus. Metabolism 2021 Feb;115:154439.
2. Dietary Guidelines for Americans 2015–2020. 8th ed. Washington, DC: U.S. Department of Health and Human Services and U.S. Department of Agriculture; Dec, 2015. [Accessed July 14, 2017]. http://health.gov/dietaryguidelines/2015/guidelines.
3. Sallie SN, Ritou V, Bowden-Jones H, et alAssessing international alcohol consumption patterns during isolation from the COVID-19 pandemic using an online survey: highlighting negative emotionality mechanismsBMJ Open 2020;10:e044276. doi: 10.1136/bmjopen-2020-044276.
4. Bondy S, Rehm J (1998) The interplay of drinking patterns and other determinants of health. Drug and Alcohol Review, 17:399–411.
5. Magrys SA, Olmstead MC. Acute stress increases voluntary consumption of alcohol in undergraduates. Alcohol Alcohol 2015;50:213–8