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miércoles, 05 febrero 2025
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EFECTO DE LA SUPLEMENTACIÓN CON VITAMINA D EN EL CONTROL GLUCÉMICO Y FACTORES DE RIESGO EN LA DIABETES TIPO 2

La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es un trastorno metabólico prevalente y progresivo que afecta a millones de adultos en todo el mundo, con altas tasas de mortalidad y morbilidad. En 2021, 529 millones de personas vivían con diabetes, y se espera que la prevalencia continúe aumentando en las próximas décadas. La DM2 es causada por la insuficiencia de insulina o bien una resistencia a la acción de la insulina, influenciada por factores como la genética, la obesidad y la inactividad física. Las complicaciones de la DM2 incluyen retinopatía, neuropatía y enfermedades vasculares. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de glucosa y hemoglobina glucosilada (HbA1c).

diagrama vitDLa vitamina D, esencial para la salud ósea y metabólica, se produce principalmente a través de la exposición al sol. La deficiencia de vitamina D puede causar diversos problemas de salud, y estudios recientes han sugerido que la suplementación con vitamina D podría mejorar el control de la glucosa en sangre en pacientes con DM2. Algunos ensayos clínicos han mostrado beneficios en los niveles de HbA1c y glucosa, aunque otros han reportado resultados contradictorios.

En este contexto, Maryam Afraie y colaboradores de la Universidad de Ciencias Médicas del Kurdistán, Sanandaj, Provincia de Kurdistán, Irán realizaron un metaanálisis, donde revisaron 4098 artículos y seleccionaron 61 ensayos clínicos.

El objetivo principal de este metaanálisis fue investigar el efecto de la suplementación con vitamina D en pacientes con diabetes tipo 2 (DM2). Los resultados obtenidos indican que la vitamina D tiene un impacto significativo en el control de la diabetes, mostrando mejoras en la reducción de la presión arterial, los indicadores de lípidos en sangre y la mejora de los índices de glucosa. En particular, los índices de HbA1C y glucosa en ayunas (FBS) disminuyeron en los pacientes que tomaron suplementos de vitamina D. Además, se destacó que la deficiencia de vitamina D tiene un impacto considerable en la prevalencia de enfermedades cardiovasculares (ECV), lo que sugiere que la suplementación con esta vitamina podría tener efectos terapéuticos y preventivos en la DM2.

La vitamina D es una vitamina liposoluble que puede almacenarse en el cuerpo, y aunque sus beneficios son importantes, el consumo excesivo de esta vitamina puede tener efectos adversos, como la deposición de calcio en órganos como los riñones, pulmones, corazón y oídos, lo que puede llevar a trastornos renales, dolor óseo y náuseas, entre otros. Por lo tanto, es esencial mantener un equilibrio adecuado en su consumo. La deficiencia de vitamina D se asocia con un mayor índice de masa corporal (IMC), presión arterial alta, niveles elevados de triglicéridos y resistencia a la insulina, factores que predisponen al desarrollo de diabetes tipo 2. Sin embargo, recibir cantidades óptimas de vitamina D puede ayudar tanto en la prevención como en el control de la diabetes.

Uno de los puntos clave en este análisis es que los receptores de vitamina D se encuentran en casi todas las células del cuerpo, lo que subraya el papel crucial de esta vitamina en los procesos biológicos que afectan la regulación del azúcar en sangre. En particular, los estudios muestran que reducir la HbA1C en solo un 1% puede reducir la incidencia de enfermedades vasculares en un 14%, lo que pone de relieve la importancia de la vitamina D en el control glucémico.

vitD cardiovascularOtro aspecto interesante de los resultados es que la deficiencia de vitamina D también contribuye al aumento de los niveles de colesterol-LDL, lo que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares en pacientes con diabetes tipo 2. En este sentido, la suplementación con vitamina D se mostró efectiva para reducir significativamente los niveles de presión arterial sistólica (PAS) y Col-LDL, lo que sugiere que su consumo podría prevenir las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, los autores observaron que la suplementación con vitamina D tuvo un impacto mayor en ciertos grupos, como pacientes menores de 60 años, con un IMC inferior a 30 y con una duración de la diabetes de menos de 10 años.

La vitamina D, aunque técnicamente una hormona esteroide, se considera crucial en la regulación de la insulina. De hecho, algunos expertos sugieren que hay una relación entre la insulina y la vitamina D, ya que muchos pacientes con niveles bajos de vitamina D también desarrollan deficiencias inmunológicas que podrían aumentar el riesgo de diabetes y otras enfermedades.

Los autores comentan que, pesar de los avances en la comprensión de los efectos de la vitamina D en la diabetes tipo 2, es necesario realizar más estudios para abordar las inconsistencias en los hallazgos y examinar más profundamente otros factores demográficos como la influencia de la pertenencia a un grupo etnico, la duración del tratamiento y los indicadores relacionados con la diabetes, como la presión arterial diastólica (PAD) y el HOMA-IR. Esto sería particularmente relevante para realizar análisis más específicos sobre los efectos de la vitamina D en diferentes poblaciones.

En conclusión, este meta-análisis muestra que la suplementación con vitamina D tiene un potencial significativo para reducir los indicadores relacionados con la diabetes tipo 2 y disminuir el riesgo de complicaciones asociadas, en especial las enfermedades cardiovasculares. Los hallazgos sugieren que la adopción de programas de atención para la prevención y manejo de la diabetes tipo 2 debería considerar la inclusión de suplementos de vitamina D, dietas adecuadas y exposición solar. La vitamina D tiene un papel prometedor como intervención preventiva y terapéutica para la diabetes tipo 2 y sus complicaciones, aunque se requieren más estudios de alta calidad para explorar los efectos en diversas poblaciones y contextos.

alimentos vitamina D

El Dr. Jorge Luis Poo. Hepatólogo Clínico, comenta que diversas publicaciones han demostrado una mayor susceptibilidad de los mexicanos a padecer Diabetes Mellitus y otras enfermedades crónicas, incluyendo a la Obesidad, la Enfermedad por Esteatosis Hepática de orígen metabólico y la cirrosis hepática. De hecho, en EEUU se considera que la población mexico-americana tiene una mayor prevalencia de diabetes en comparación con los afro-americana o la sajona. Es posible que además de los genes, esten involucrados diversos factores culturales como el tipo de alimentación rica en carbohidratos y grasas fritas o bien la vida sedentaria (en huelga de ejercicio), que favorezcan la expresión de los genes de predisposición a las enfermedades crónicas. En ciudades grandes y con altos índices de contaminación ambiental como la Ciudad de México, se ha descrito una notable reducción de los niveles de hidroxivitamina D, particularmente en mujeres, lo cual puede ser un factor adicional para la activación de las enfermedades arriba mencionadas.

Es importante mencionar que ya existe un intento de establecer "Guías de suplementación de vitamina D", de diversas sociedad médicas, en las cuales destaca la publicada recientemente por la Asociación America de Endocrinología y de la Sociedad Americana de Investigación Osea y Mineral que consistió en la creación de un panel de discusión de la revisión de artículos de la literatura médica, por un grupo de expertos en el tema. Conviene destacar algunos de sus hallazgos y recomendaciones.

  • No existe un acuerdo sobre la dosis adecuada a prescribir ya que las publicaciones difieren mucho en la dosis y en la duración de la misma.
  • No existe claridad en cuanto al beneficio de la suplementación ya que algunos padecimientos asociados a la deficiencia son crónicos y por lo tanto se requiere de intervenciones a largo plazo (varios años) para ver su efecto preventivo en comparación con sujetos que no reciban la suplementación.
  • En algunas publicaciones se ha utilizado la suplementación de la vitamina D junto con calcio y por lo tanto no es posible evaluar el efecto benéfico individual de la vitamina D. Conviene mencionar que no es necesario administrar calcio complementario a lo que ya viene  en la dieta; es preferible educar a los pacientes sobre los alimentos ricos en este mineral. 
  • En adultos, la ingesta dietetica diaria recomendada es de 600 a 800 unidades internacionales (UI) por día (equivalentes a 15-20 ug/día).
  • El uso empírico en población infantil o adolescente de 1 a 18 años podría justificarse para evitar raquitismo y disminuir la alta prevalencia de infecciones del tracto respiratorio superior. En esos casos la dosis usual utilizada es de 1200 UI por día (30 ug/día).
  • No se encontraron evidencias para justificar el uso de hidroxivitamina D en población general sana, menor de 50 años.
  • En la población general sana de 50 a 74 años, no se encontraon evidencias para recomendar la suplementación rutinaria de vitamina D más allá de la ingesta dietética de referencia recomendada para esta población. Conviene aclarar que esto se refiere a la población sana.
  • El panel de discusión no recomendó la medición ruitinaria de los niveles en sangre en población sana. Esta recomendación es sorprendente debido a la alta prevalencia de su deficiencia en diversas poblaciones del mundo y particularmente en población mayor de 50 años. 
  • En la población general adulta de 75 o más años se recomienda el uso empírico de la suplementación para reducir mortalidad general. La dosis eficaz utilizada en diversos estudios ha variado desde 400 hasta 3333 UI por día. La dosis promedio recomendada por el panel de expertos es de 900 UI/d (33ug/d).
  • Durante el embarazo, dado su potencial para reducir el riesgo de preeclampsia, mortalidad intrauterina, parto prematuro, nacimiento pequeño para la edad gestacional (PEG) y mortalidad neonatal se recomienda la suplementación. La dosis recomendada es de 2500 UI (63 ug/d).
  • En población con pre-diabetes se recomienda suplementación ya que diversos estudios han demostrado su beneficio. La dosis utilizadas han variado entre  842 y 7543 UI (21 a 189 μg)por día. El promedio ponderado estimado fue de 3500 UI (88 μg) por día. 
  • En población adulta con Obesidad, no se identificaron criterios para recomendar el uso de suplementación con vitamina D. 

Por otro lado, en cuanto a la suplementación con vitamina D, la Nut. Maite Muñoz, Nutrióloga Clínica, colaboradora frecuente de Amigos del Hígado, recomienda que lo ideal es medir los niveles de hidroxivitamina D en sangre en pacientes mayores de 50 años con algun padecimiento crónico de los ya mencionados y particularmente si existe Diabetes, Hipertensión, Enfermedad por Hígado Graso o Cirrosis, e iniciar su suplementar en casos en los cuales se demuestre la deficiencia, sin olvidar repetir la medición de sus niveles sanguíneos a los 3 meses para certificar su corrección o bien hacer ajustes en la dosis. Sin embargo, en algunos pacientes en quienes a pesar de estar recibiendo dosis apropiadas de vitamina D se detecta una persistencia de la deficiencia, deben considerarse el uso de Vitamina D liposomada que mejora la absorción a nivel intestinal. Adicionalmente, recomienda darlo por la noche ya que es el horario biológico habitual para la reparación de los tejidos.

Referencias:

  1. Afraie M., Bahrami P., Kohnepoushi P., et al, The Effect of Vitamin D Supplementation on Glycemic Control and Cardiovascular Risk Factors in Type 2 Diabetes: An Updated Systematic Review and Meta-Analysis of Clinical Trials. Journal of Diabetes Research. (2024).
  2. Mahmoudi-Aznaveh A., Tavoosidana G., Najmabadi H., Azizi Z., and Ardestani A., The liver-derived exosomes stimulate insulin gene expression in pancreatic beta cells under condition of insulin resistance, Frontiers in Endocrinology. (2023).
  3. Khan M. A. B., Hashim M. J., King J. K., Govender R. D., Mustafa H., and Al K. J., Epidemiology of type 2 diabetes–global burden of disease and forecasted trends, Journal of Epidemiology and Global Health. (2020).
  4. Manusov EG, Diego VP, Almeida M, Ortiz D, Curran JE, Galan J, Leandro AC, Laston S, Blangero J, Williams-Blangero S. Genotype-by-Environment Interactions in Nonalcoholic Fatty Liver Disease and Chronic Illness among Mexican Americans: The Role of Acculturation Stress. Genes (Basel). 2024 Aug 1;15(8):1006.
  5. Morales-Villar AB, Maldonado-Hernández J, Eduardo Álvarez-Licona N, Piña-Aguero MI, Villalpando-Hernández S, Robledo-Pérez RM, Díaz-Rangel I, Barbosa-Cortés ML, Núñez-García BA. Determinants of Vitamin D Status in Healthy Young Adults from Mexico City. Arch Med Res. 2024 Apr;55(3):102968.
  6. Demay MB, Pittas AG, Bikle DD, Diab DL, Kiely ME, Lazaretti-Castro M, Lips P, Mitchell DM, Murad MH, Powers S, Rao SD, Scragg R, Tayek JA, Valent AM, Walsh JME, McCartney CR. Vitamin D for the Prevention of Disease: An Endocrine Society Clinical Practice Guideline. J Clin Endocrinol Metab. 2024 Jul 12;109(8):1907-1947.

Artículo de Divulgación revisado y adaptado por el Dr. Jorge Luis Poo. Hepatólogo Clínico, miembro del Comité Editorial de tu portal AMHIGO y fundador del Grupo Mexicano para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas.