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jueves, 21 noviembre 2024
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UNO DE CADA 20 NIÑAS Y NIÑOS MENORES DE 5 AÑOS PADECEN SOBREPESO

 

La salud y educación, dos derechos humanos esenciales, son el prerrequisito para lograr desarrollo y progreso de un país, se sabe que una educación de calidad es el cimiento de la salud y el bienestar. Con el fin de llevar una vida productiva y saludable cada persona debe poseer los conocimientos necesarios para la prevención de enfermedades y patologías. Por lo que es relevante que la salud se prevenga con una sana y adecuada alimentación. El filósofo y médico de la antigua Grecia y padre de la medicina moderna, Hipócrates, decía: “Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina.


Por lo que la comida que llevamos a nuestra boca tiene una relación muy estrecha con la salud. En realidad, no es una noticia nueva. Esto se ha sabido desde hace muchos años, desafortunadamente no existe un plan de acción e información, en medios de comunicación, éstos tienen gran influencia en el comportamiento de la gente, sabemos que sus mensajes pueden ser potenciadores o perjudiciales para la salud. Tampoco existe un plan de prevención u orientación en las escuelas de México. Las instituciones educativas son un excelente escenario para aplicar la promoción de la salud, ahí es donde se pueden desarrollar acciones de aprendizaje para otorgar el conocimiento, comprensión y habilidades a manera de facilitar cambios de conducta que promuevan estilos de vida adecuados. Dentro del plan curricular podría existir un programa, denominado “Escuela saludable” en donde los alumnos comprendan a muy temprana edad, que una alimentación variada y saludable es aquella que aporta energía, además de todos los nutrientes esenciales que cada uno necesita para mantenerse sano, previniendo enfermedades como la desnutrición, la obesidad y la hipertensión por nombrar algunas. Recordándoles que deben guardar un equilibrio entre lo que se come y la actividad física. nino comiendo


Sabemos que una mayor inversión en ambos sectores, salud y educación, contribuirá a alcanzar los objetivos del avance sustentable. Con un plan de acción en políticas públicas se fortalecerá la idea en la población de que los hábitos alimenticios impactan directamente en la salud. La salud no es todo, pero sin ella no hay casi nada, y la educación no resuelve todos los problemas, pero sin ella no solucionaremos ninguno de los realmente importantes.


Es preocupante la información que se dio a conocer a finales de julio de 2022, que, de acuerdo con el Atlas Mundial de Obesidad, más de mil millones de personas en todo el mundo vivirán con obesidad para 2030. Es decir que 1 de cada 5 mujeres en el mundo y 1 de cada 7 hombres la padecerán. A su vez, 13% de los niños y adolescentes se verán afectados. La cifra se duplicará con creces en los países de ingresos bajos y medianos en dicho periodo.


Y México se encuentra entre los primeros lugares de obesidad infantil en el mundo, con el 8% de los varones y el 29% de las niñas en el país. Ocupando el 5º lugar de obesidad, de acuerdo a datos proporcionados por la Federación Mundial de Obesidad, ésta estima que para 2030 la cifra aumente a 35 millones de adultos. Actualmente, a nivel mundial, el problema lo padecen 1 de cada 20 niñas y niños menores de cinco años y uno de cada tres entre los 6 y 19 años en nuestro país.


A continuación, se describen cuatro acciones que propone la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, en inglés, mejor conocido como UNICEF con el principal objetivo de detener el sobre peso y la obesidad para 2025 en el entorno escolar, con el propósito de que se dé un empoderamiento y cambio de conductas en alimentación, nutrición y salud mediante procesos educativos y capacitación para estudiantes y la comunidad educativa.


1. Aumento de la actividad física: comunicando sus beneficios, e incrementando el tiempo, el espacio y los recursos para que hacer ejercicio sea posible en las escuelas.
2. Estándares de alimentación saludable en las escuelas: proporcionando alimentos de alta calidad, tanto en la alimentación escolar (programas gubernamentales) como en las tiendas escolares.
3. Regulaciones y lineamientos para proteger el ambiente alimentario: que incluye la promoción del consumo de frutas y verduras, así como restricciones a la publicidad de alimentos no saludables y a la venta de alimentos no saludables en las tiendas escolares.
4. Se recomienda que, para ser efectivas, las acciones: deben tener una duración mínima de un año, ser diseñadas y dirigidas por expertas/os e involucrar a toda la comunidad educativa.

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Tres años puede ser un plan ambicioso, pero si se formulan políticas de salud y educación públicas y se priorizan recomendaciones con ayuda de la comunidad educativa, las redes sociales y los medios de comunicación, el plan puede funcionar. 
La familia es un excelente lugar para empezar, si establecemos los horarios alimenticios para realizar las comidas, y en ellas servimos una variedad de alimentos saludables, reduciendo la sal y ciertas grasas y aceites en las comidas, así como alimentos procesados, dando ejemplos de una buena dieta nutritiva e involucrando a la familia en el proceso desde las compras, por lo menos los fines de semana, estaríamos contribuyendo con nuestro granito de arena, inculcándoles a los pequeños que una alimentación sana es muy importante para su crecimiento y desarrollo y es en estas etapas cuando se forman los hábitos alimenticios saludables.


¡Empecemos este fin de semana!


Escrito por: Leonor Segura Vizcarra


Referencias:


1. Programa de la Secretaría de Salud para la Atención a la Infancia: https://www.gob.mx/salud/censia/acciones-y-programas/infancia

2. Excélsior (2022) https://www.excelsior.com.mx/trending/que-lugar-ocupa-mexico-obesidad-infantil-2022/1528994

3. Unicef (2022)  (https://www.unicef.org/mexico/historias/la-importancia-del-entorno-escolar-en-la-alimentaci%C3%B3n-de-ni%C3%B1as-ni%C3%B1os-y-adolescentes