VITAMINA D, VIRTUDES Y CARENCIAS
- Escrito por Nut. Frida Gasca
- Publicado en Nutrición y ejercicio
La vitamina D, es una vitamina liposoluble, es una hormona suministrada por síntesis cutánea con la exposición a la luz solar (90%) y la ingesta dietética (10%). El precursor de la vitamina D es el 7-deshidrocolesterol (provitamina D3), que es sintetizado por el hígado a partir del colesterol, se convierte en la piel primero en previtamina D3, luego en colecalciferol (vitamina D3) por las energías solares bajo la acción de los rayos ultravioleta. La producción endógena de vitamina D depende de la edad, el origen étnico, la disponibilidad del precursor en la piel, la pigmentación de la piel, la variación estacional de la luminosidad solar, la latitud regional, el día y la duración de la exposición al sol, el área de la piel expuesta, el uso de protector solar y ropa.
Funciones:
Los receptores de vitamina D son receptores nucleares presentes en muchos órganos y que promueven las siguientes acciones:
- Vía gastrointestinal (absorción de calcio)
- Hueso (inducción del recambio de remodelación ósea con depósito de calcio en el hueso recién formado)
- Sistema de células inmunes (efectos antiinflamatorios con supresión de la interleucina-6 y proliferación de células neoplásicas)
- Miocardio, músculos lisos vasculares y endotelio (remodelando el músculo cardíaco y mejorando la dilatación mediada por el flujo y la presión arterial)
- Sistema nervioso (que afecta la diferenciación neuronal, la maduración y el crecimiento, la neuroplasticidad y la neurotransmisión)
- Sistema musculoesquelético (proliferación y diferenciación de fibras musculares).
Entre sus funciones, está el papel que juega en la acumulación de calcio en los huesos, la cual llega a su punto más alto alrededor de la segunda década de vida. A partir de esa edad se va perdiendo densidad mineral ósea. Si los niños no cuentan con niveles adecuados de vitamina D podrían no llegar a alcanzar la cantidad apropiada de calcio en los huesos y esto a su vez contribuiría con el desarrollo de osteoporosis en la edad adulta, sobre todo en niñas. Por ello si la vitamina D falta, los huesos tienden a desmineralizarse, debilitarse y curvarse, produciéndose malformaciones irreversibles: raquitismo en los niños y osteomalacia en los adultos que ya han completado su crecimiento óseo.
La Organización Mundial de la Salud menciona que, durante los meses de invierno, cuando la síntesis de vitamina D disminuye de forma natural por el menor número de horas de luz solar, el menor ángulo de la radiación solar y la menor superficie de piel expuesta, aumenta la incidencia de infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores en adultos y niños. Se cree que la vitamina D desempeña una función importante en la regulación del sistema inmunitario, y es posible que proteja contra las infecciones, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y trastornos autoinmunitarios como la diabetes de tipo 1. Según se constata, la administración de suplementos de vitamina D reduce la incidencia y las consecuencias adversas de estas afecciones y de otras como las infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores, disminuyendo así la mortalidad por todas las causas. No obstante se ha observado que la hipervitaminosis también se asocia a riesgos en la salud por lo cual no es bueno su suplementación sin la supervisión de un profesional de la salud.
Situación en México:
A nivel mundial, la deficiencia de vitamina D es común. En México hay pocos estudios relacionados con este fenómeno. En Monterrey, Nuevo León, en la Escuela de Medicina del Tec de Monterrey realizaron un estudio en el que demostraron que el 90 por ciento de una población de sujetos sanos mayores de 55 años tenían deficiencia de vitamina D. Hicieron mención que México es considerado como un país “soleado”, la producción de vitamina D por estímulo de los rayos solares depende de la latitud del país o ciudad, y México se localiza en una apropiada latitud para ello. Por ese motivo mencionaron la preocupación de haber encontrado tan alta prevalencia de deficiencia de vitamina D en todas las estaciones del año, bastante mayor a la de países donde tienen poco sol en invierno y primavera.
En dicho estudio también observaron que, las personas que tenían una circunferencia de cintura mayor a 88 centímetros estaban en mayor riesgo de tener deficiencia de vitamina D, al igual que aquellos que cuya edad era mayor de 74 años. Estos dos factores juntos pueden predecir con un alto grado de certeza que la persona tiene deficiencia de vitamina D, aún antes de medirla en la sangre. Este es el primer estudio realizado en México y en el mundo que ha monitoreado a un mismo grupo de personas durante un año completo para determinar los niveles de vitamina D en cada estación del año.
Diagnóstico:
Para determinar el estado de vitamina D en la práctica clínica, la forma inactiva se mide en suero: para los adultos, los niveles óptimos están entre 60-80 ng/mL, si se padece de una enfermedad autoinmune es recomendable tener un nivel sérico de 80 ng/mL. Los niveles bajos están relacionados con un mayor riesgo de depresión, migrañas, dolor articular y muscular, mala circulación, aumento de esquizofrenia, enfermedades autoinmunes, entre otras.
Cabe mencionar que ha sido una de las vitaminas que más correlación ha tenido como factor de riesgo en pacientes con COVID-19.
Fuentes Nutricionales:
En los alimentos la vitamina D se encuentra en dos formas: ergocalciferol o vitamina D2 y colecalciferol o vitamina D3. Tanto la vitamina D2 como la D3 que se obtienen de los alimentos debe hidroxilarse para transformarse en la forma activa y así cumplir su función. En el cuadro de la izquierda podemos ver
La vitamina D que precisa el organismo procede de dos rutas: la síntesis en la piel mediante la transformación del 7-dehidrocolesterol en presencia de luz solar y la ingesta de alimentos que la contienen. En los humanos la mayor parte de la vitamina D procede de la síntesis cutánea y una porción menor depende de los alimentos, tanto los de origen animal que contienen colecalciferol (vitamina D3) como los de origen vegetal que contienen ergocalciferol (vitamina D2).
Fuentes alimentarias de vitamina D
Entre los alimentos que de forma natural contienen cantidades importantes de vitamina D se encuentran el aceite de hígado de bacalao y los pescados azules como el atún, salmón, caballa y sardina. Cantidades menores aportan el hígado de ternera y la yema de huevo. Los hongos o setas contienen cantidades apreciables de vitamina D2, dependiendo de la especie se han encontrados valores que oscilan entre 1 y 2500 UI por 100 g en peso fresco. En general los hongos silvestres tienen cantidades más altas que los cultivados, por ello muchos agricultores han incorporado la aplicación de radiación ultravioleta artificial durante la producción, con lo que han conseguido que el nivel de vitamina D en los champiñones cultivados sea similar o superior al de los silvestres.
En algunos países, alimentos como la leche, yogur, margarina, cereales y pan, son enriquecidos con vitamina D2 y/o vitamina D3, para minimizar el riesgo de deficiencia. Los alimentos enriquecidos representan la mayor fuente de vitamina D en la dieta, ya que son pocos los alimentos que la contienen naturalmente en cantidades significativas. Un vaso de leche enriquecida con vitamina D proporciona la cuarta parte de las necesidades diarias para un adulto.
El Dr. Jorge Luis Poo, Hepatólogo Clínico, comenta que poco a poco se posiciona la importancia de la medición de la vitamina D como parte de los cuidados clínicos que deben otorgarse a los pacientes con enfermedades crónicas. En el caso de los pacientes con Hepatopatias crónicas, particularmente en la llamada Colangitis Biliar Primaria se conocía esta mayor propensión a la Osteopatía Metabólica y por eso es usual que evaluemos a los huesos. Pero, ahora sabemos que el problema aplica a todos nuestros pacientes y afortunadamente existen tratamientos pata reducir o limitar su progresión.. Por eso, los propios pacientes informados y pro-activos, deben comentar este tema con su médico tratante. Juntos, médicos y pacientes, construiremos pequeños grupos de alto desempeño.
Referencias:
1. Francesca R, Vitali A, Zurlo A, Volpato S. Deficiencia de vitamina D y sarcopenia en personas mayores. Nutrients 11 (12): 2861. Noviembre 2019.
2. Zhang Z, Thorne J, Moore B. Vitamina D y enfermedad del hígado graso no alcohólico. Nutrients ; 22 (6): 449-458. Noviembre 2019.
3. Elizondo L, Castillo E, Rodríguez-López C, Villarreal J, Gómez M, Tenorio S, Nieblas B, García G. Deficiencia de vitamina D: una epidemia alarmante en México. Septiembre 2017. Mediators of Inflammation.
4. Influencia de la vitamina D en la salud humana. Acta Bioquím Clín Latinoam 2014; 48 (3): 329-37. Septiembre de 2018
5. Vitamina D y su creciente interés en el laboratorio clínico. Septiembre de 2018.
6. OMS/UNICEF. Plan de acción mundial para la prevención y el control de la neumonía (GAPP). Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2009.
Artículo de Divulgación revisado y adaptado por el Dr. Jorge Luis Poo, Hepatólogo Clínico, miembro del Comité Editorial de tu portal AMHIGO y fundador del Grupo Mexicano para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas