EL HIGO QUE SE CONVIRTIÓ EN HÍGADO
- Escrito por Nut. Frida Gasca
- Publicado en Nutrición y ejercicio
El higo es el fruto de la higuera (ficus carita) que se originó en Asia occidental, cuyo cultivo se encuentra disponible en casi todo el mundo. El estado de Morelos es el principal productor en México. Parte de su fama se debe a su uso en repostería, compotas y diversas ensaladas. Por ejemplo, tartaleta de higo, pizza dulce de higo y uvas, pay de higo, mermelada de higo, ensalada de espinaca, queso de cabra e higo.
Un poco de historia
La palabra hígado proviene de la expresión latina “ficatum jecurque” que significa literalmente "hígado cebado con higos". En latín, el fruto higo se escribe como “ficus” y la expresión de “alimentado con higo” se entendía como ficatum. Con el tiempo, al aplicarlo a la alimentación se utilizó como ficatum jecur que pasó a significar simplemente hígado y la expresión fue abreviándose (sin jecur), transformándose simplemente como ficatum y después en fégado (en latín). Esa palabra dio origen al nombre italiano (fegato), castellano (hígado), francés (foie) y portugués (fígado). Por lo tanto hígado e higo tienen la misma etimología en español. A continuación te narramos porqué el higo llegó a dar nombre al órgano maravilloso llamado hígado.
Cuentan algunos cronistas que los antiguos pescadores del borde del Nilo, descubrieron, en épocas de hambruna, que los patos y gansos podían ser una buena fuente de alimentación. Pero, el sabor del hígado de estas aves, podía variar en las diferentes épocas del año. Algunos de los pescadores, más observadores que otros, detectaron que la temporada en que sabían más ricos coincidía con las fechas de migración de estas aves, las cuales se preparaban para una larga travesía, sobre-alimentándose de higos. Este conocimiento fue cuidadosamente guardado por los hebreos, durante muchas generaciones. Cuando se dio el éxodo del pueblo judío de Egipto a las tierras de Israel (antiguamente Canaán) algunos de los conocedores de este secreto gastronómico migraron hasta Roma y poco a poco iniciaron la tradición de alimentar a sus aves con higo.
Dado que el imperio Romano se extendía a todo lo largo del mediterráneo, incluyendo a la antigua Galia (hoy Francia), fue en esa región donde más se desarrolló este famoso platillo y la tradición de engordar aves con higo no para su migración sino para su consumo. Al cabo del tiempo se reconoció que el hígado (foie, en francés) se había transformado en grasa, es decir un hígado lleno de grasa, que es lo que significa foie gras. Actualmente, los artesanos de foie gras no utilizan higos, ya que resulta de muy alto costo. En su lugar utilizan maíz. Convienen aclarar que el verdadero foie gras implica “alimentación forzada” de patos o gansos, por lo cual esta técnica ha sido prohibida en varios países.
NUTRICUADRO
Un poco de sus propiedades nutricionales
En cuanto a sus características nutricionales, el higo tiene un alto contenido en agua, fibra y azúcares, destacando, sobre todo, por ser una fuente importante de compuestos con elevada actividad antioxidante (vitamina C, flavonoides y betalaínas). Por su alto contenido en flavonoides los higos ayudan al hígado en su tarea de limpieza. También estos flavonoides protegen a nuestro estómago mejorando la digestión. Igualmente su alto contenido en potasio, selenio y fibra ayudan a eliminar toxinas acumuladas. Su fibra también ayuda a regular el colesterol y prevenir el estreñimiento. Por la presencia de fósforo, unida al calcio que también contiene, son útiles para una correcta salud de nuestros huesos. De acuerdo a nuestro NUTRICUADRO, dos higos frescos, pesan 80 gramos y tienen tan sólo 52 calorías. Sin embargo, dos higos secos pesan 36 gramos y equivalen a 94 calorías.
Algunas precauciones:
♣ Guardar los higos en un lugar fresco y sin humedad.
♣ Evitar almacenamiento prolongado (no más de 4-5 días).
♣ Tirar aquellos que estén mohosos, podridos o aguados, aunque sea en una sola parte. No los consumas así.
♣ Come solo higos de buena apariencia y completamente maduros.
Evidencia científicas de su beneficios en la salud
Dado que los higos tienen un alto contenido en anti-oxidantes, se ha publicado que la administración de higos secos en roedores, tienen un efecto benéfico en el daño por estrés oxidativo inducido por alcohol. Por otro lado, en algunos países mediterráneos está disponible un jarabe a base higos que puede agregarse a la preparación de pasteles, con probadas propiedades anti-oxidantes.
Como en todo en salud y particularmente lo relacionado con la nutrición, no existe “un alimento milagro” que cure una enfermedad específica. Sin embargo, es posible que gracias a la investigación científica se logre extraer algún compuesto que permita su uso en la terapéutica clínica. Mientras tanto, podemos disfrutar de su ingesta como parte de nuestra alimentación diaria o como comidas gourmet de ocasiones especiales.
Finalmente, te recomendamos que esta información la comentes con tu nutriólogo de cabecera.
Referencias
1. Pérez Lizaur AB, Palacios González B, Castro Becerra AL, Flores Galicia I, Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes. Cuarta edición 2014.
2. Turan A, Celik I. Antioxidant and hepatoprotective properties of dried fig against oxidative stress and hepatotoxicity in rats. Int J Biol Macromol. 2016 Oct;91:554-9.
3. Puoci F, Iemma F, Spizzirri UG, Restuccia D, Pezzi V, Sirianni R, Manganaro L, Curcio M, Parisi OI, Cirillo G, Picci N. Antioxidant activity of a Mediterranean food product: "fig syrup". Nutrients. 2011 Mar;3(3):317-29.
Artículo de Divulgación revisado y adaptado por el Dr. Jorge Luis Poo. Hepatólogo Clínico, miembro del Comité Editorial de tu portal AMHIGO y fundador del Grupo Mexicano para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas.
Y terminamos con frases de Carmen Matute, Poeta Guatemalteca, que dedica sensibles palabras al simbolismo de este maravilloso fruto:
La propuesta del Higo
Te propongo
la dulzura del higo,
su carne sonrosada,
replegada y húmeda
como un animal marino.
Goza el misterio de este fruto,
su textura de molusco,
su íntimo tamaño.
Tersa, su pulpa
apremiará el deseo
de tu lengua.
Te propongo
las delicias del higo.
Muerde su violado,
desamparado centro,
prueba de nuevo -empecinado-
su carne
que guarda mieles y diluvios.
Las delicias y dulzura del higo
-pequeño y desbordado-
tan sólo te propongo.
Que tu boca profunda
se demore
en el dulzor secreto,
que asalte con lentitud
su carne desvelada.
Deja que a tu paladar
traiga la memoria
de sabores primitivos.
Carmen Matute. Poeta Guatemalteca