BECAS DE ENFERMERAS INFERIORES A ALUMNOS DE PRIMARIA.
- Escrito por Maribel Ramírez Coronel
- Publicado en Expertos
Si los médicos reclaman mal pago y deplorables condiciones en el servicio social que prestan para poder titularse, resulta que son reyes frente a lo que viven las enfermeras. Tan sólo viendo en el nivel de becas de unos y otros se evidencia una diferencia discriminatoria: si hacen el servicio social en el área urbana, el pasante de medicina recibe 2,000 pesos; la enfermera 600 pesos, es decir ni una tercera parte. Para el área semiurbana el médico recibe 2,400 y la enfermera 900 pesos; en tanto que si el servicio se hace en un lugar de alta marginación el pago es de 3,500 y 1,600 respectivamente.
No es que el médico reciba una justa retribución, pero es aún más injusta para los profesionales de enfermería titulados de nivel licenciatura, y cuya labor también es esencial en la atención médica, pero no suficientemente reconocida. La enfermería, que representa más del 60% del personal de salud y protagoniza más de 85% de las intervenciones, queda posicionada por el sistema de salud en la situación más precaria. Durante su servicio social reciben menos inclusive que cualquiera de las becas a niños de educación primaria, secundaria o media superior que van de 800 a 900 pesos.
Otro dato: a los poblados de muy alta marginación ya no se envían a pasantes médicos, pero sí a pasantes de enfermería. En las ciudades también les envían a muchos hospitales para ocupar espacios que deberían ser ocupados por enfermeras tituladas con salarios tabulados. Cada año unos 25,000 pasantes de enfermería realizan su servicio social en alguna de las instituciones del Sistema Nacional de Salud, y una de las demandas de este gremio es que se les iguale el monto de beca al nivel del de los pasantes médicos. Sobre todo, para el caso de los que egresan a nivel licenciatura que son como 20% de esos 25,000.
Es una fuerza de trabajo que no es tratada ni reconocida como tal y le sale muy barata al sistema, dice Juana Jiménez, directora regional de U-Nursing-Latam y quien encabezó por 13 años la Dirección de Enfermería de la Secretaría de Salud y coordinó la Comisión Permanente de Enfermería. Para el sector salud ha sido muy conveniente y cómodo mantener sin cambio ese servicio de miles de jóvenes que entregan su tiempo y labor profesional durante un año a las instituciones públicas de salud.
Otro de los problemas que requiere arreglo es que de los más de 311,000 profesionales de enfermería que laboran en las instituciones de salud en México, una importante proporción -40,500- fue contratada como auxiliares de enfermería con un ingreso menor al reglamentado. El problema viene desde 2006 cuando SS reconoció el nivel licenciatura, pese a que desde 1968 existe la licenciatura profesional de enfermería en México. De 2006 a la fecha han pasado 16 años y la situación no termina de regularizarse. En el IMSS, por ejemplo, apenas está iniciando con el programa de profesionalización.
El trato discriminatorio hacia los profesionales de enfermería es un problema internacional. En España se generó gran polémica en los últimos días por la inconformidad del gremio médico de Sevilla ante la designación de una enfermera encabezando la consejería de Salud en Andalucía -el cargo de máxima representación de los profesionales sanitarios- pues consideran que el profesional en el primer nivel de atención, así como una incipiente participación en la en la formulación de políticas nacionales.
Escrito por: Maribel Ramírez Coronel.
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