MITOS SOBRE LAS VACUNAS
- Escrito por Dr.Contreras
- Publicado en Especialistas
No hay duda que uno de los mitos más comunes y me atrevería a decir más letales por sus consecuencias en la disminución del alcance, son los mitos que existen sobre las vacunas y su efecto en los programas de vacunación.
Quisiera compartir con ustedes este articulo preparado por el Dr. Miguel Mayo, reputado gastroenterólogo panameño actualmente Ministro de Salud de Panamá sobre los mitos más comunes sobre las vacunas.
“Antes de escribir este artículo, me comuniqué con varios pediatras y enfermeras para conocer las causas de algunas críticas a las vacunas y las investigaciones respectivas.
El beneficio que las vacunas le han traído a la humanidad es indiscutible y, gracias a ellas, se han evitado enfermedades y muertes en grandes cantidades. Sin embargo, hay grupos que se oponen a las vacunas, algunos basados en consensos falsos, y otros guiados por ideologías políticas y creencias religiosas. Por eso, enumero los mitos sobre las vacunas:
1. La disminución de enfermedades infecciosas se debe al tratamiento y no a las vacunas.
Falso, eso es impreciso. Quienes lo dicen se basan en estadísticas de mortalidad, no de enfermedad. La mortalidad disminuye por el uso de nuevos y eficaces métodos de tratamiento. Pero la significativa caída en la incidencia y prevalencia de enfermedades infecciosas (morbilidad), para las que hay vacunas seguras y eficaces, se debe a la introducción de las campañas de vacunación.
Cuando algunos países se vieron forzados, políticamente, a suspender vacunaciones específicas, por ejemplo, Inglaterra, Japón y Suiza, debido a la presión mediática contraria a la reactiva vacuna celular contra la tosferina, el número de enfermos y la mortalidad por esta enfermedad no solo aumentó, escandalosamente, sino que los llevó a revertir su pobre decisión.
2. Las vacunas producen muchos efectos adversos.
Falso. No es nada difícil ni infrecuente que asociemos situaciones deletéreas o adversas con eventos simultáneos o cercanos. Que una cosa preceda a otra no significa que sea su causa. Igual ocurre con algunas situaciones ligadas a la vacunación, sin advertir que el mundo sigue y que se pueden producir estornudos, calambres y hasta la muerte en cualquier momento, y no porque ello haya sido precipitado por la vacuna que se acaba de recibir. Por eso, no todo problema que se reporta, temporalmente asociado a las vacunas, significa que es un efecto adverso de la misma.
3. Recibir múltiples vacunas el mismo día o vacunas para múltiples enfermedades aumenta el riesgo de los efectos adversos.
Falso. Todos los días los niños están expuestos a una infinidad de antígenos, desde los alimentos que ingieren hasta las bacterias y virus con los que cohabitan con sus amiguitos y en los lugares donde juegan. Las vacunas son antígenos que provocan una respuesta, con la formación de anticuerpos, así como hacen las infecciones virales y bacterianas en el curso de los años y la vida. Tener vacunas con 2, 3, 4, 5 o 6 antígenos para 2, 3, 4, 5 o 6 enfermedades, no tiene el riesgo ni de inhabilitar o bloquear el sistema inmunológico, ni el de aumentar los efectos adversos del biológico utilizado.
4. En muchos países, el polio y la rubéola fueron erradicadas y no hay necesidad de vacunarse contra esas enfermedades.
Falso. La eliminación de la forma “salvaje” de la enfermedad cuando la población ha sido vacunada apropiadamente, no significa que los niños sin vacunar o aquellos que todavía les falta completar el número de dosis de la vacuna, no corran el riesgo de contraer la enfermedad “importada” de países donde todavía no se haya erradicado. Continuar vacunando es necesario para protegernos, nosotros, aunque creamos que ya no nos enfermaremos con alguna de esas “enfermedades de niños”, y para proteger a quienes están a nuestro alrededor. Cuando usted deja de vacunar a su hijo, pone en riesgo de enfermedad no solo a él o ella, sino a sus amiguitos o familiares.
5. Vacunarse con fiebre es malo.
Falso. Con síntomas leves se puede vacunar sin complicaciones. Lo que se evita es, precisamente, que las personas crean que sus síntomas sean secundarios a las vacunas y las satanicen. Pero no hay disminución de la protección, ni agravamiento de los síntomas.
Es cierto que las vacunas pueden producir algo de síntomas locales e incluso fiebre, en algunos casos, pero son los menos. Aquellas producidas con virus vivos atenuados en grupos equis de pacientes pueden producir síntomas parecidos a la enfermedad que están supuestas a proteger. No es el caso de la vacuna contra la gripe, que está fabricada con partículas virales.
6. No vale la pena vacunarse contra la gripe porque esta es solo una molestia pasajera.
Falso. Desafortunadamente cada año mueren miles personas por complicaciones de la gripe, especialmente, adultos mayores, infantes y personas con enfermedades crónicas. La vacuna es altamente eficaz y no provoca síntomas, porque está producida con partículas vitales inertes.
7. La vacuna contra la difteria, tétanos y tosferina (DPT) es una causa de la muerte súbita de los niños.
Falso. La muerte súbita de cuna o SIDS, por sus siglas en inglés, todavía no tiene explicación. La muerte de cuna se registra, sobre todo, en los primeros meses de vida, cuando se inicia la aplicación de vacunas para los niños pequeños, y la de difteria, tosferina y tétanos son algunas de estas. Esa asociación es la que lleva a creer que tal aseveración es correcta, pero es falsa.
8. Las vacunas producen asma bronquial.
Falso. Los estudios realizados para probar o no esta afirmación son categóricos, al no encontrar ninguna relación de la vacunación con el asma bronquial ni con otra enfermedad alérgica. Incluso, lo que se observó fue un efecto ligeramente protector contra el desarrollo de alergias. Precisamente, a la población con problemas bronquiales se le debe insistir para que se vacune contra enfermedades infecciosas, como gripe y neumonía.
9. La mayoría de los que se enferman están vacunados.
Falso. Esta aseveración errada proviene de grupos anti vacunas para desprestigiar la capacidad de protección de estas. Es necesario entender que las vacunas nunca protegen 100% a todos los vacunados. La mayoría de las que usamos hoy día son eficaces entre un 85% y 90% de quienes las reciben. Factores como el estado nutricional de la persona puede incidir en la respuesta inmune del individuo.
10. Es mejor la inmunización por la enfermedad que por la vacuna.
Falso. La inmunidad que estimula la vacuna es similar a la que produce la enfermedad, son los síntomas y complicaciones de la enfermedad respectiva.
11. Las vacunan causan autismo.
Falso. En 1998, se publicó un artículo que sugirió una asociación entre la vacuna del sarampión (alfombrilla), parotiditis (papera) y rubeola (pelusa) y el desarrollo de autismo. El estudio contenía muchas irregularidades por lo que su publicación fue retirada, y a su investigador se le suspendió la licencia de investigador y médico. Un estudio recientemente publicado (JAMA Pediatr2017;171(1): e163609; dol: 10:1001/jamapediatrics.2016.3609) concluye que no existe tal asociación.
12. Las vacunas contienen tóxicos para los niños, como el formaldehído y el mercurio.
Falso. Las cantidades de formaldehído en las vacunas son inferiores a las cantidades que nuestro propio cuerpo produce durante los procesos metabólicos. Las vacunas no tienen mercurio tóxico a los humanos. El mercurio de las vacunas es el etilmercurio que no es tóxico, diferente del metilmercurio que sí lo es, pero no se usa en la manufactura de las vacunas. Recuerde que puede vacunarse en todos los centros de salud y policlínicas del país, completamente gratis.
13. Soy adulto, las vacunas son para los niños.
Falso. Hay vacunas para niños, adultos, adultos mayores y personas con alguna predisposición especial.
El Programa Ampliado de Inmunización en muchos países de nuestro continente tienen múltiples vacunas, de las cuales la TD adulto, hepatitis A y B, influenza, neumococo y otras se pueden aplicar a los adultos. También hay para embarazadas, adolescentes y otras que se recomiendan a grupos de pacientes con algunas enfermedades que lo pueden predisponer a otras.
14. Para vacunarse se forman largas filas y solo es una semana.
Falso. La vacunación se realiza todos los días en todos los centros de salud y policlínicas del país. Es gratis y no tiene que esperar la campaña para colocarse cualquiera de las vacunas del programa”.
Tenemos la confianza que luego de leer este articulo preparado por el Dr. Mayo se convenza que las vacunas y sobre todo los programas de vacunación a la población es uno de los grandes avances de la medicina moderna y sus beneficios a la salud pública es indiscutible.