NUEVAS GUÍAS ALIMENTARIAS 2023

 En un mundo donde la alimentación desempeña un papel esencial en la salud y el bienestar de la población, la creación de una Guía Alimentaria sólida y efectiva se convierte en una prioridad para las autoridades de salud pública de cualquier país. Una Guía Alimentaria de calidad no solo informa a los ciudadanos sobre qué comer, sino que también educa y empodera a la población en la toma de decisiones alimenticias informadas y saludables.

Desde los principios básicos de la nutrición hasta las consideraciones culturales y socioeconómicas, y pasando por directrices claras y basadas en la evidencia, una Guía Alimentaria efectiva es un recurso esencial que contribuye a mejorar la salud y el bienestar de la población.

A lo largo de esta guía, examinaremos cómo las recomendaciones nutricionales se adaptan a las necesidades específicas de la población de un país, promoviendo una alimentación equilibrada y sostenible. Además, una guía debe destacar la importancia de la accesibilidad y la comprensibilidad de la información contenida en la guía, para que llegue a todos los sectores de la sociedad.

Historia de las guías alimentarias en el mundo:

El surgimiento de las Guías Alimentarias en el mundo es un hito crucial en la promoción de la salud y el bienestar de la población. A lo largo de la historia, la humanidad ha experimentado cambios significativos en sus patrones de alimentación y estilo de vida, lo que ha llevado a la necesidad de proporcionar orientación nutricional para abordar desafíos de salud y mejorar la calidad de vida.

Las raíces de las Guías Alimentarias se pueden rastrear hasta el siglo XIX, cuando los avances en la ciencia de la nutrición comenzaron a arrojar luz sobre la importancia de una dieta equilibrada. Sin embargo, fue en el siglo XX cuando surgieron las primeras pautas formales. En 1943, el Reino Unido lanzó las "Pautas Alimentarias de la Guerra", como respuesta a la escasez de alimentos durante la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de garantizar una alimentación adecuada para la población en tiempos de crisis.

El verdadero punto de inflexión se produjo en 1977, cuando el gobierno de Estados Unidos publicó las primeras "Dietary Goals for the United States" (Objetivos Dietéticos para los Estados Unidos). Estos objetivos sentaron las bases para las futuras Guías Alimentarias y marcaron el inicio de una preocupación más generalizada por la nutrición y la salud pública.

En 1980, el gobierno de Estados Unidos lanzó oficialmente "Dietary Guidelines for Americans" (Directrices Dietéticas para los Estadounidenses), que se han actualizado periódicamente desde entonces y han servido de modelo para la creación de Guías Alimentarias en otros países.

Breve historia de las Guías Alimentarias en México

La evolución de las Guías Alimentarias en México ha sido un reflejo de los cambios en la dieta y la nutrición a lo largo del tiempo, así como de la creciente conciencia de la importancia de una alimentación saludable en la salud pública. A lo largo de las décadas, México ha publicado varias versiones de sus Guías Alimentarias para proporcionar orientación nutricional a su población.

El inicio formal de las Guías Alimentarias en México se remonta a la década de 1960 con la publicación de las "Normas de Alimentación para la República Mexicana" por parte del Instituto Nacional de Nutrición (INN). Estas normas brindaron pautas básicas para una alimentación equilibrada en un contexto donde la desnutrición era un problema significativo.

Con el tiempo, a medida que los patrones de alimentación de la población mexicana cambiaron y se enfrentaron a nuevos desafíos de salud, las Guías Alimentarias evolucionaron para reflejar estas realidades. En 2005, se publicaron las "Guías Alimentarias para la Población Mexicana" por parte de la Secretaría de Salud y el Instituto Nacional de Salud Pública, que se centraron en la promoción de una alimentación saludable y la prevención de enfermedades crónicas.

Una de las ediciones más recientes y significativas es la "Guía de Alimentación para la Población Mexicana" publicada en 2020 por la Secretaría de Salud y el Instituto Nacional de Salud Pública. Esta guía se adapta a las cambiantes necesidades y desafíos nutricionales de la población mexicana y destaca la importancia de la diversidad alimentaria, la moderación y la actividad física.

Nuevas Guías Alimentarias Mexicanas 2023

El pasado mes de mayo, la Secretaria de Salud de México lanzó un documento inédito ya que dentro de sus cualidades se incluye el ser práctico, de fácil comprensión, hermosamente ilustrado y fundamentado en el concepto de dietas saludables y sostenibles. Un fuerte y largo aplauzo a las editoras de estas guías (Anabelle Bonvecchio Arenas Ana Cecilia Fernández Gaxiola María Cristina Ayala Niochet Mishel Unar Munguía) y a la labor de sus revisores (Verónika Molina Barrera Martha Kaufer Horwitz Florence Théodore Rowlerson Selene Pacheco Miranda Mónica Venosa López Juan Rivera Dommarco Alejandra Jáuregui De La Mota), así como a lass autoridades de la Secretaria de Salud, Ricardo Cortés Alcala, Ruy López Ridaura, Luz Arlette Zaavedra Romero y Zaira Valderra Alvarez. Los autores destacan nueve principios al elaborar estas guías:

• Promueven una alimentación saludable y sostenible
• Se enfocan en prevenir la mala nutrición
• Tienen enfoque en sistemas alimentarios
• Promueven una dieta natural y fresca
• Promueven la equidad
• Respetan la cultura alimentaria
• Reconocen la diversidad de especies y territorios
• promueven el consumo de alimentos en familia o en compañia 
• Enfoque a derechos

Con el fín de evitar repetir lo que el propio documentos describe, tan solo describiremos las 10 recomendaciones que son la base práctica de estas guías alimentarias.

Las 10 recomendaciones de las Guías Alimentarias 2023

• Recomendación 1. Siempre dar leche materna en la lactancia y alimentos frescos y sanos para los primeros 2 años de edad. 
• Recomendación 2. Más verduras y frutas frescas en todas nuestras comidas. Las de temporada, que son más económicas
  y, cuando sea posible, las de producción local. 
• Recomendación 3. Consumamos diariamente frijoles, lentejas o habas, preparados como guisados, sopas o con verduras. Tienen proteínas y fibra, son prácticos y económicos. 
• Recomendación 4. Elijamos cereales integrales o de granos enteros como tortillas de maíz, avena, arroz; o tubérculos como la papa. Tienen vitaminas, fibra y dan energía. 
• Recomendación 5. Comamos menos carne de res y carnes procesadas. En su lugar, consum mos más frijoles, lentejas, huevo, pollo o pescado. Por nuestra salud y la del planeta, elijamos más alimentos de origen vegetal. 
• Recomendación 6. Evitemos los alimentos ultraprocesados como embutidos, papitas, galletas, pan dulce y cereales de caja, ya que tienen mucha grasa, sal y/o azúcar. Elijamos los alimentos sin sellos o con el menor número de sellos o etiquetas de riesgo alimentario.
• Recomendación 7. Tomemos agua natural a lo largo del día y con todas nuestras comidas, en lugar de bebidas azucaradas como refrescos, jugos, aguas preparadas con sobres en polvo y bebidas deportivas, que pueden dañar nuestra salud.
• Recomendación 8. Evitemos el consumo de alcohol. Por el bienestar de nuestra salud física y mental y de nuestras familias.
• Recomendación 9. Hagamos más actividad física como caminar, correr o bailar, en lugar de pasar tiempo sentados o frente a la pantalla (celulares, televisión, videojuegos y otras). ¡Cada movimiento cuenta!
• Recomendación 10. Disfrutemos de nuestros alimentos en familia o con amigos cuando sea posible. Participemos todos en la planeación y preparación de las comidas, sin desperdiciar alimentos.

Larga vida a estas Guías Alimentarias y que los compromisos académicos permitan que se actualicen periódicamente, como es la esencia de la buena ciencia, que busca refrescar periódicamente sus conocimientos.

Bibliografía: