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jueves, 28 marzo 2024
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El té y el café podrían ayudar a proteger el hígado

Es imposible desligar la imagen de una aromática taza de té de las Islas Británicas. Y si por algo es conocida la gastronomía británica es por todo lo que rodea la hora del té. Teteras espléndidas, pasteles de tres pisos, los odiados emparedados de pepino... Todo éso y más, conforman la hora del té o “Afternoon Tea”, sin duda alguna, una de las tradiciones británicas más celebradas.


¿Y el café? Hoy en día, la cultura de tomar y disfrutar de un buen café está absolutamente globalizada. Es una de las bebidas más consumidas del mundo, pero no por ello hay estándares establecidos a la hora de prepararlo y disfrutarlo. México se impregnó del aroma del café hace más de 50 años, y hace no tanto de té. La historia inicia con el agua hirviendo en un envase de peltre al cual se le agrega los granos o el polvo mágico del café o bien las hierbas del té. De acuerdo con una nueva investigación, el consumo frecuente de té de hierbas y café puede ayudar a prevenir la fibrosis del hígado, condición que puede evolucionar a cirrosis (fibrosis grado 4).

Café y té protegen de la fibrosisEn el estudio, publicado recientemente la revista científica Journal of Hepatology, los investigadores examinaron datos de 2,424 voluntarios, habitantes de la zona suburbana de Rotterdam, Holanda (43% hombres, con edad de 45 años o mayores) que han aceptado participar en un estudio de cohorte (es decir, que aceptar ser seguidos por varios años). Como parte del estudio, cada participante pasó una serie de exámenes, involucrando mediciones del índice de masa corporal (IMC), peso y altura, además de exámenes de sangre y una elastografía del hígado que estima la rigidez (equivalente a cicatrices en el hígado) y que correlaciona con la fibrosis hepática. También se evaluaron los hábitos alimenticios, la ingesta de alcohol, de té y de café a partir de un cuestionario con 389 preguntas, con énfasis en detalles sobre el consumo de té y café.

A partir de esos datos, los voluntarios fueron divididos en categorías, de acuerdo con el patrón de consumo de bebidas. Las opciones eran cero consumo, consumo moderado (hasta tres tazas al día), frecuente (más de tres tazas por día). También fue analizado el tipo de té consumido: verde, negro o de hierbas.

Los resultados mostraron que el consumo frecuente de café o de té de hierbas (con un mínimo de tres tazas al día) fue asociado a bajos niveles de rigidez hepática (menor fibrosis). Los resultados persistieron incluso después de ser considerados factores como el estilo de vida y el IMC de los participantes.

Además de eso, en pacientes con esteatosis (exceso de grasa en el hígado) no relacionada al consumo de alcohol, el consumo frecuente de café contribuyó para la reducción de la rigidez del órgano. Según los investigadores, eso indica que la ingestión de las bebidas de café y té de hierbas puede prevenir la enfermedad fibrótica antes que los primeros síntomas aparezcan.

Aunque aún no se sepa el mecanismo exacto por el cuál las bebidas tienen ese efecto protector, se cree que los compuestos antioxidantes presentes en ambos fluyen en la circulación sanguínea que llega al hígado.

“En una dieta como la occidental, rica en alimentos procesados y artificiales, con poco valor nutricional, potenciales beneficios de alimentos accesibles y relativamente baratos, como el té y el café, pueden ser formas viables de reducir los casos de la enfermedad”, comenta Louise Alferink, principal autora del estudio, al sitio especializado Medical News Today. Sin embargo, los autores advierten que se requieren más investigaciones para poder entender los mecanismos responsables por esa asociación.

Es importante resaltar que aunque el café traiga varios beneficios a la salud en algunas personas que sufren de gastritis aguda o de úlcera puede causar mayores daños al estómago. Una revisión de más de 400 estudios sobre el tema concluyó que la ingesta de cafeína por día no debe pasar de los 400 mg. La cantidad de cafeína depende de muchos factores, incluyendo el volumen del recipiente (una taza tiene 150 mL, mientras que una taza de espresso es de 40 mL), la variedad de grano de café (la variedad Robusta contiene casi el doble que la Arábica, por ejemplo), el método de obtención (si es por cafetera de máquina a goteo da 115 mg por taza y si es por filtro da 65 mg; si es café instantaneo da 65 mg). Entonces, para evitar los excesos, recuerda que 400 mg de cafeina corresponde a 4 tazas de café de máquina a goteo o bien 5-6 dosis de café expreso. 

El té comercial en bolsitas suele proporcionar menos de 60 mg de cafeína por ración. Pero si se utiliza el polvo o las hojas en infusión, suele dar una mayor concentración de cafeina que el café (peso por peso) y además depende del tiempo que se deja en infusión. Si el tiempo es de 2 minutos puede dar 238 mg, mientras que en 5 minutos puede dar hasta 402 mg. 

La casa editora ELSIEVER  través de su coordinador de medios (Sybrand Boer Iwema) agrega una nota de cautela mencionando que en la misma revista aparece una editorial por parte de los profesores italianos Salvatore Petta, de Palermo y Giulio Marchesini, de Bologna, en la cual recomiendan cautela en las extrapolaciones, ya que hubo pocos participantes en los grupos de "no consumidores" y consideran que en general la dosis de café o té mencionadas son bajas, para tener un efecto tan benéfico. Además, los investigadores mencionan que hay múltiples substancias dentro del café o té, además de la cafeína, incluyendo diversos polifenoles que conviene evaluar y considerar cuando se emiten conclusiones o recomendaciones.

 Referencia:

1. Alferink LJ, Fittipaldi J, Kiefte-de Jong JC, Taimr P, Hansen BE, Metselaar HJ, Schoufour JD, Ikram MA, Janssen HLA, Franco OH, Darwish Murad S.. Coffee and herbal tea consumption is associated with lower liver stiffness in the general population: The Rotterdam study. Journal of Hepatology 2017;17:30147-2. 

2. Petta S, Marchesini G. Coffee and Tea Breaks for Liver Health. J Hepatol 2017;67(1):202-203.

3. Stavric B. et al. Variability in caffeine consumption from coffee and tea: possible significance for epidemiological studies. Fd Chem Toxic  1988;26(2):111-118.

Articulo revisado por Dr. Jorge Luis Poo. Comité Editorial de tu Portal AMHIGO.