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martes, 23 abril 2024
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Bezafibrato y cirrosis biliar primaria

  • Escrito por Diego Raul González Chapa
  • Publicado en Auto-inmunidad
-Tratamiento aditivo en casos refractarios-

La cirrosis biliar primaria es una enfermedad del hígado de origen autoinmune, que afecta principalmente a mujeres entre 30-50 años de edad. Su prevalencia varía en cada región del mundo, desde 0.7 a 49 casos por millón de población.

Se caracteriza por la infiltración de células del sistema inmune que producen una destrucción no supurativa crónica, que progresa a cirrosis, resultando en falla hepática.

-Tratamiento aditivo en casos refractarios-

La cirrosis biliar primaria es una enfermedad del hígado de origen autoinmune, que afecta principalmente a mujeres entre 30-50 años de edad. Su prevalencia varía en cada región del mundo, desde 0.7 a 49 casos por millón de población.

Se caracteriza por la infiltración de células del sistema inmune que producen una destrucción no supurativa crónica, que progresa a cirrosis, resultando en falla hepática.

El ácido urodesoxicólico se ha reportado como un tratamiento efectivo para esta enfermedad de la década de 1980, y se ha convertido en la terapia estándar. Sin embargo, ha habido estudios en los cuales no se ha mostrado beneficio para los pacientes.

Para ellos, se han utilizado diversos medicamentos, de los cuales el bezafibrato (usado comúnmente para bajar los niveles de lípidos en la sangre, principalmente los triglicéridos) ha mostrado mejora en la actividad enzimática hepática y disminución en la progresión de fibrosis.

En este estudio, el Dr. Takeuchi y colaboradores de la Universidad de Okayama en Japón, estudiaron el efecto aditivo del bezafibrato en pacientes que no respondieron al tratamiento con ácido urodesoxicólico durante 6 meses.

El seguimiento de los 37 pacientes fue durante 24 meses, de los cuales el 59% lograron una reducción de la enzima fosfatasa alcalina con la adición del bezafibrato. A ellos mismo se les siguió administrando el tratamiento posterior solamente con ácido urodesoxicólico, y mantuvieron los niveles de la fosfatasa alcalinas como bajos.

Además, 80% de los pacientes lograron niveles normales de fosfatasa alcalina de inmunoglobulina M a los 12 meses del comienzo de la terapia con bezafibrato. Se observó además que los pacientes que tuvieron niveles más elevados de fosfatasa alcalina en el momento del diagnóstico, eran más propensos a no presentar beneficio con la terapia exclusiva de ácido ursodesoxicólico.

 

Con este estudio, se abren más opciones terapéuticas y líneas de investigación para tratar enfermedades, que aunque no son tan comunes, merman la calidad de vida de los pacientes afectados.

 

Fuente:

1. Yasuto Takeuchi, Fusao Ikeda, Shin-ichi Fujioka, Toshiyuki Takaki, Toshiya Osawa, Tetsuya Yasunaka, Yasuhiro Miyake, Akinobu Takaki, Yoshiaki Iwasaki, Haruhiko Kobashi, Kazuhide Yamamoto, Tatsuya Itoshima. Additive Improvement Induced by Bezafibrate in Patients With Primary Biliary Cirrhosis Showing Refractory Response to Ursodeoxycholic Acid. J Gastroenterol Hepatol. 2011;26(9):1395-1401.